Cruz Azul es el rival a vencer en la Liguilla. Todos le quieren ganar a La Máquina... La quieren despedazar, aplastar, humillar.
En resumidas cuentas, quieren provocar eso que tanto lastima al club y a sus aficionados: La cruzazuleada, que hoy no tendría comparación, por todo lo que consiguió el equipo en las pasadas 17 jornadas.
Lo va a intentar el “loco” de Juan Carlos Osorio con sus Xolos, en los cuartos de final.
Es muy difícil (aunque no imposible) que suceda, debido a las marcadas diferencias de calidad entre los clubes.
La Máquina llega en su mejor momento, lo cual es fundamental para evitar sorpresas en esta etapa.
Cabría el cliché de “El rival más duro de Cruz Azul, es el propio Cruz Azul”; sin embargo, el Toluca aparece en el ambiente como el posible aguafiestas.
Los Diablos Rojos andan desatados, juegan muy bien. El nivel de sus futbolistas es sobresaliente, son contundentes, su estadio pesa... Por algo, fueron el segundo mejor equipo de la competencia.
El choque que tuvieron con los azules, en la Jornada 4, fue muy parejo y de ahí el empate a un gol en el escenario de la Ciudad de los Deportes.
La décima está más a la mano que nunca para los celestes. Su excepcional torneo lo avala.
Cruz Azul debe ser muy inteligente, muy calculador, muy sólido en sus conceptos y muy frío a la hora de tomar decisiones, porque va de por medio el título.
Los de afuera le vamos a exigir a La Máquina que gane y juegue bien, espectacular. Adentro, seguro estarán conscientes de lo que está de por medio y no se van a preocupar por las formas, sino por el resultado.
Aseguro que la afición, los dirigentes, los jugadores y el cuerpo técnico, sacrificarán espectáculo por alzar el campeonato.
No está mal y se entiende, porque entre la cruzazuleada y la décima hay mucho prestigio, honor, dinero e imagen por rescatar.
@elmagazo
