Chivas puede ser campeón, contra todos los pronósticos.
Nadie apostaba por el Guadalajara al inicio del torneo. Las miradas caían sobre Monterrey, América y Tigres para levantar el título.
Los tapatíos aparecían como los grandes candidatos para ser decepción en el torneo, después de anunciarse a la dupla Fernando Hierro-Veljko Paunovic, dos personajes que no tenían conocimiento alguno de nuestro futbol y los jugadores mexicanos.
Se le cuestionó al dueño la decisión tan arriesgada. No se le daba ni el beneficio de la duda. Se le presagiaba un presente oscuro y con poco éxito en el futuro.
Seis meses después, el director deportivo español y el técnico serbio tienen a Chivas muy cerca de la estrella 13, para empatar al América cómo máximos ganadores del futbol mexicano.
Hierro y Pauno han hecho pedazos eso de “necesita conocer el medio para tener éxito”. Adiós a la frase que ya resulta una auténtica mentira.
Trabajo, investigación, análisis, estudio, dedicación, liderazgo, confianza, es lo que ha permeado en la institución rojiblanca para alcanzar el protagónico momento que vive.
Los jugadores, indudablemente, han colaborado en la conquista de objetivos. Son los grandes culpables de volver a creer en el futbolista mexicano, menospreciado en su propia Liga por los dueños de clubes.
Incluso si Chivas no logra el campeonato, lo que ha hecho el equipo es increíble.
El proceso va bien, la misión está correctamente encaminada. Amaury Vergara y su Rebaño están en buenas manos.
Estoy seguro de que Chivas entregará dos muy buenos partidos, dignos de un finalista que quiere contar de nuevo historias de honor y triunfos.