América y Chivas se van a “despedazar” a partir de este miércoles. Casi tres Clásicos seguidos; sólo meten sus narices Tigres y León (las Águilas enfrentarán a los regios y el Guadalajara a los del Bajío) para darle pausa a las que —se supone— serán batallas memorables en Concachampions y Liga MX.
La cuenta es de tres Clásicos en apenas nueve días, una locura.
La ida y vuelta de los octavos de final de la Concacaf y la Fecha 12 del futbol mexicano.
Los aficionados se “atascarán” de sus equipos. El menos raspado saldrá tremendamente fortalecido para el último tramo del torneo en nuestro país y así enfrentar más fuerte el camino a la final del área, con la meta de alcanzar el renovado Mundial de Clubes del próximo año.
América y Chivas llegan al primer juego de la Copa de Campeones de la Concacaf, en la Perla Tapatía, con ánimos muy distintos, pues mientras las Águilas golearon al Atlas en el estadio Jalisco, a Chivas le pasó por encima el Cruz Azul.
Es cierto que, en un Clásico, los equipos consiguen una energía especial que les permite competir de igual a igual, pero no está de más saber lo que sucedió horas antes del enfrentamiento.
Esta serie de tres capítulos (el primero en Guadalajara, el segundo en Ciudad de México y el tercero en la Perla de Occidente), sin duda cumplirá con una gran historia, donde habrá protagonistas, villanos, héroes, actores de reparto, extras, drama, alegría, sufrimiento, pasión, delirio.
Pago por ver el desenlace.
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