Como cada año la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana presentó su informe anual y el comportamiento de esta industria en nuestro país. Refiere lo acontecido en el sector privado en 2021. El informe es presentado en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Hay una ligera recuperación en el mercado editorial mexicano. Eso habrá que celebrar. Pero en el contexto se debe reconocer que venimos de cinco años a la baja en la venta de ejemplares. Cifras en millones de ejemplares: en el 2017 se vendieron 136.0; en 2018, 133.5; en 2019, 123.0; en 2020, 98.9 y en 2021, 99.2. Si bien en el año 2021, se recuperó un poco, estamos lejos del 2017 en el que se vendieron 136.0 millones de ejemplares. Atender esta venta de ejemplares es el mejor indicador para medir el comportamiento del mercado editorial.

En México la industria editorial se divide en dos grandes bloques: libros de texto y libros de interés general. Es pertinente analizar estos dos bloques y su comportamiento, composición y forma de operación para dimensionar el tamaño de la industria editorial mexicana y su relación directa e indirecta con el mercado del libro en nuestro país. Es necesario, cada vez con mayor urgencia, desmenuzar las cifras, porque la industria editorial mexicana ha atravesado por un par de años (casi tres) con un entorno adverso en el que todos los agentes económicos del sector reportaban complicaciones financieras (y muchos de los actores, deudas entre sí). Al haberse contraído el mercado y al presentar problemas financieros en todo el sector, la toma de decisiones para mantener proyectos o aceptar nuevos se convirtió en una un juego de azar o en una operación quirúrgica que no permitía titubeos.

Advierte Hugo Setzer, presidente de la Caniem, que los números sólo reflejan la actividad del sector privado. Sería deseable que presentaran reporte las universidades y el sector gubernamental federal, estatal y municipal.

Si no lo desean hacer por lo complicado, costoso o laborioso del tema, podrían entregar información a Caniem para que la Caniem analizara, integrara y reportara un panorama más amplio del mundo editorial mexicano. El único dato que administra el gobierno es el de los números ISBN registrados, otorgados en el periodo reportado.

Aclara el informe que son 206 editores los que brindaron información. ¿Son 206 editores los que existen en México?, me pregunto. Y son los 206 que reportaron facturación mayor a los 500 mil pesos anuales, que publicaron al menos un título y que se mantuvieron activos. Reportan que 21 editoriales suspendieron sus actividades en 2021 y seis empresas editoras cerraron. Habrá que solicitar nos informen también cuántas distribuidoras de libros cerraron, librerías o los comercios que venden libros en municipios del país, pero que están catalogados en otros rubros comerciales, como papelerías.

Es triste ver que en 2022 existen menos editoriales, 27 de inicio. Caniem reporta 18,595 títulos producidos en periodo 2021. Indautor reporta haber otorgado 20,051 números ISBN. ¿Dónde están los 1,456 títulos de la diferencia? ¿Hay un error, se debe a que Indautor entregó más ISBN de los producidos en el periodo o hay 1,456 números de ISBN asignados que no han sido producidos? ¿Alguien puede explicarnos?

De nueva cuenta se mantiene que la mayor venta de libros se da en el sector de libros de texto, siendo la del subsector de educación básica, la que se mantiene como el área más vendida. Es alentador detectar que las ediciones infantiles y juveniles hayan sido las más vendidas en el sector de libros de interés general. Lo que nos permite sugerir que todas las librerías deberían de propiciar más exhibición de ediciones infantiles y juveniles, y que las editoriales especializadas en ese segmento podrían seguir produciendo más títulos infantiles y juveniles con la confianza de que se mantiene su crecimiento, paulatino, pero consistente. Obviamente habrá que reforzar con mejores políticas y prácticas la presencia del libro infantil y juvenil en todo el mercado y que sea la punta de lanza de México para promover la lectura, el gusto por los libros y los contenidos, y en las ferias internacionales, fuera del territorio mexicano, que sea el rostro de México, que sea presencia en Frankfurt, Bolonia y cualquier feria internacional, acompañada con más incentivos y estímulos para que autores, editores, ilustradores, traductores tengan presencia en esas ferias. Facilidades para coinversión, coproducción, en digitalizar y convertir a ePubs audiolibros, novedades y catálogo que promuevan más ese segmento editorial. Que la Caniem realice las gestiones pertinentes para coorganizar más ferias de libros infantiles como una puesta seria para fortalecer y expandir este segmento de la industria editorial que dará buenos frutos en el futuro mediato y a largo plazo.

En el reporte de Caniem es pertinente destacar e insistir en que las librerías son la fuente principal en la que los editores de interés general ven comercializados y vendidos sus ejemplares. En el 2021 las librerías vendieron el 23% del total. Creció respecto del 2020 un 4% en la venta de ejemplares y un 3% en el valor de esa venta. Rebasó ya el mercado de escuelas y colegios; que representó un 21% y el de ventas a gobierno un 20%.

Es indudable que se debe seguir insistiendo en que las librerías obtengan la tasa 0. Este logro garantiza la existencia de las librerías independientes, la apertura de nuevas librerías chicas o medianas y que las cadenas de librerías puedan abrir más sucursales con lo que generan más empleos y mayor circulación del libro. Es obvio que para los editores las librerías son el canal por atender y en el que encuentran la liquidez.

Un dato curioso es el descenso en la venta de ediciones digitales con 5.7 respecto a lo vendido en 2020. El comportamiento de la venta de ediciones digitales había representado un ascenso cuatro años de manera consecutiva, pero en el 2021 tuvo este descenso. Hay que considerar que no tenemos datos muy serios a nivel mundial. Ni la empresa Nielsen que reporta las ventas del sector editorial en el mundo tiene datos confiables. En gran medida porque hay datos confiables y sólo algunas editoriales dan información fidedigna. Pero este, contenidos digitales en formatos electrónicos, es un mercado aún en expansión constante.

En las próximas semanas tendremos datos del comportamiento del mercado editorial en México durante el 2022, ya que Nielsen los dará a conocer, pero será hasta finales de año, en la FIL Guadalajara, que la Caniem reportará las cifras oficiales del sector privado.

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