En abril del año pasado, Federico Reyes Heroles publicó un libro, fruto de cavilaciones y reflexiones producidas por las relecturas que realizó durante el encierro al que nos obligó la pandemia. Su título, Ser liberal (Taurus) , resume su contenido y objetivo: cuál es el significado de este concepto en nuestros días.

Por razones que lamento, la cuarentena obviamente una de ellas, es una obra que no ha sido lo suficientemente difundida ni comentada ni, por lo tanto, conocida. Siendo un texto muy importante en las circunstancias actuales del escenario político en México, debiera ser lectura obligada por todo aquel que quiera comprender seriamente los debates intelectuales y políticos que hoy discurren en el mundo. Particularmente los de nuestro país.

Aunque se trata de un escrito riguroso e informado, no es en modo alguno un pesado o pedante texto académico, es más un ensayo de divulgación de un capítulo de la historia del pensamiento político filosófico acerca del concepto del liberalismo en la voz de los principales pensadores del siglo XVIII hasta nuestros días.

Nada ajeno a la vocación pedagógica de Federico, Ser liberal gira alrededor de esa pregunta fundamental: qué significa en nuestros días eso: ser liberal, a la que da respuesta a través de una serie de preguntas y de situaciones concretas.

Por ejemplo, qué significa ser rebelde en el pensamiento liberal, qué papel juegan las emociones en un pensador que se pretenda liberal, cuál es su actitud ante temas como la desigualdad y la vida social; ¿ser liberal es un sinónimo de individualismo?, ¿es el liberal en automático un jacobino?, ¿cómo se asumen los liberales frente a la religión, frente a Dios… ¿es un conservador o alguien en la búsqueda permanente del cambio?

Me parece que las respuestas a estas cuestiones que Reyes Heroles nos propone, respaldado por la voz de los principales teóricos y analistas del tema en la historia del pensamiento político y de críticos y pensadores políticos actuales, nos ayuda a esclarecer conceptos, ofreciendo al lector un rico abanico conceptual con bibliografía y documentación que respalda las afirmaciones y las pone en el contexto histórico en que surgieron y su validez o no través del tiempo.

En ello es donde, a mi juicio, surge la relevancia de este refrescante texto. Hoy que padecemos en la discusión política, no sólo en México y en América Latina sino en todo el mundo, de una banalización y simplificación de las ideas. En donde todo parece definirse a través de categorías simplistas, jamás debidamente explicadas y manoseadas groseramente por los discursos políticos: izquierda y derecha, conservadores o liberales, condenando a los adversarios de una u otra corriente a definirse entre estos estrechos y a la vez confusos parámetros., olvidando en qué contexto histórico surgieron y cuál era su significado original.

Quizás nada lo ejemplifique mejor que el uso indiscriminado de los calificativos de “fascista” y “neoliberal” que se aplican con gran ligereza y surgen en los debates políticos de nuestros días. Ante ello uno se pregunta si quienes los usan saben realmente lo que significan estos conceptos o sólo los usan como adjetivos peyorativos como producto de su ignorancia y/o de su pereza intelectual.

Es por ello, entre muchas otras razones, que me parece este libro una lectura altamente recomendable para quienes quieran participar en los debates políticos o simplemente deseen comprenderlos mejor para forjarse su propia opinión.

Sin afirmar que su lectura sea fácil, pues el rigor siempre exige un esfuerzo, sí la podría calificar de amable; el autor nos conduce de la mano en el laberinto de las ideas y los conceptos fundamentales, ayudándonos a ser mejores ciudadanos gracias al conocimiento informado, elevando el nivel debate.

Con este texto Federico Reyes Heroles hace una contribución importantísima e invaluable al debate político mexicano de hoy, poniendo en evidencia la pobreza del discurso político partidista y la ausencia en nuestro medio de un auténtico diálogo democrático.

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