Hace unos días me reuní con el presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, Csaba Kőrösi, durante mi visita de trabajo a la ciudad de Nueva York con motivo del Día Internacional para la Cobertura Universal de Salud. Para el presidente Kőrösi la ciencia debe tener un rol fundamental en la toma de decisiones globales, es decir, necesitamos contar con datos reales y verificables, así como conocer las distintas propuestas de solución que nos puede ofrecer frente a los retos que atraviesa la humanidad. Corresponderá a la política generar los consensos para elegir la mejor opción y diseñar los mecanismos para su adecuada implementación.
El próximo año será clave para la salud global. Por una parte, en julio se llevará a cabo el Foro Político de Alto Nivel donde se presentarán los avances de cada país en la implementación de la Agenda 2030. Por otra parte, durante la apertura del periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU (AGONU) en septiembre se organizarán 5 cumbres significativas —entre otras— que impactarán la agenda global de salud: una sobre los Objetivos para el Desarrollo Sostenible, otra sobre el financiamiento de la Agenda 2030 y las tres reuniones de alto nivel que corresponden a cobertura universal de salud (CSU), tuberculosis y, preparación y respuesta frente a las pandemias.
La apertura del periodo de sesiones de la AGONU reúne a jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo, y representa una oportunidad única para aprender de las lecciones de la pandemia, evaluar los avances para alcanzar la cobertura universal de salud y renovar los compromisos nacionales para lograr el pleno acceso de todas las personas a servicios de salud de calidad.
En 2019 los líderes mundiales adoptaron la Declaración Política de la reunión de alto nivel “Cobertura universal de salud: moviéndonos juntos para construir un mundo más saludable” que comprometió a los gobiernos de todo el planeta a fortalecer los sistemas de salud a través de la inclusión, la transparencia y rendición de cuentas, el diseño de estrategias nacionales basadas en evidencia, la participación de la sociedad civil y el sector privado, así como la cooperación internacional.
En UHC2030 buscamos crear un movimiento para acelerar el progreso de forma equitativa y sostenible para alcanzar la CSU. La reunión de alto nivel en la ONU puede convertirse en una gran oportunidad para transformar las políticas de salud en todo el planeta a través de la adopción de planes nacionales con rutas de implementación y financiamiento puntuales. Si no logramos construir sistemas de salud fuertes e incluyentes, 5 mil millones de personas estarán excluidas de los sistemas de salud para el año 2030.
El camino hacia la reunión de alto nivel sobre CSU apenas comienza y dos cofacilitadores encabezarán sus trabajos. Tailandia y Guyana deben construir los consensos en una agenda indispensable y justa como es el derecho humano a la salud, pero que al mismo tiempo enfrenta serias resistencias: gobiernos que rechazan los ejercicios de rendición de cuentas, corporaciones que defienden los derechos de propiedad intelectual privados aunque recibieron financiamientos públicos millonarios y actores políticos que consideran que el estado debe acotar los derechos de las mujeres, entre otros.
El presidente de la AGONU tiene razón, los datos ofrecen el diagnóstico y la ciencia nos brinda las mejores alternativas de solución. Espero que la política nos entregue procesos serios de implementación, estrategias de financiamiento, esquemas de rendición de cuentas y pleno respeto a los derechos humanos, que conviertan el derecho a la salud en una realidad para toda la humanidad.
Presidenta honoraria de la UIP
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