No cabe duda que estamos en la antesala de una de las elecciones más trascendentales para la historia de Estados Unidos, con profundas consecuencias para México y el Mundo. El proceso electoral y el primer debate presidencial han sido fiel reflejo de las enfermedades que viene padeciendo Estados Unidos: democracia en decadencia, con violencia racial desbordada. Un Presidente autoritario, errático, tramposo, con manejo incompetente de la pandemia. El debate fue el peor de su historia. Una verdadera vergüenza ante el mundo. ¿Cómo pudo elegirse a Trump, un patán que no cumplió las reglas del moderador, un “bully”, que se dedicó a interrumpir y evitar cualquier debate de ideas? Biden, llegó con bajas expectativas, el debate no es su fuerte; sin embargo, aguantó con serenidad las embestidas, puso algunas “banderillas” cuando se refirió al peor Presidente de EU, un “payaso”, con gran saldo de muertos, trató de encauzar un debate de ideas, se dirigió a la gente. Sí desaprovechó grandes oportunidades para explotar las pruebas de evasión fiscal y oscuras fuentes de endeudamiento que se habían publicado ese día. Ha sido en general reconocido ganador en las encuestas, en parte, porque perdió Trump. Evidenció contraste de las personalidades entre la decencia y la demencia. El irresponsable contagio de Trump por no usar tapabocas, ni sana distancia, lo hunde aún más.
El debate vicepresidencial despertó mayor interés por los riesgos de la edad de Biden, 77 años. Fue importante restablecer la “civilidad” en la discusión de ideas. Kamala actuó con serenidad, evitando errores para preservar la ventaja de Biden de más de 10 puntos. Pence evadió todas las preguntas importantes. No pareció producir cambios en las preferencias.
Veremos qué pasa el 3 de noviembre. Solo una victoria temprana y amplia de Biden, que no se ve fácil, blinda la elección. Un escenario factible es que si es “cerrada” hay el riesgo de que el mayor voto “presencial” de los republicanos, muestre ese día una tendencia favorable a Trump. Los millones de votos postales no se pueden contar, hasta cerrados los comicios. Llevará días. Si se va alterando el resultado, Trump argumentará fraude y podría usar su actual mayoría legislativa y en la Suprema Corte, para adueñarse de la victoria. ¡Actuación de República bananera! Los mercados financieros sufrirían una gran turbulencia.
Consecuencias para México
No hay duda, la reelección de Trump sería una tragedia mundial. En México hay quienes piensan miopemente que “mejor malo por conocido…” Ya no seremos “piñata” electoral, pero estaremos a su merced en política migratoria, tráfico de drogas, y la situación comercial, donde nuestro éxito, ya como primer socio y mayor superávit comercial, nos hace muy vulnerables en algunos productos. ¿Seguiremos con la política de “apaciguamiento” abyecto, para insacularnos?
Si gana Biden hay consecuencias: una mala, pagar los “platos rotos” por la forma que hemos favorecido la causa republicana destacadamente con la visita del Presidente a Washington, en especial con los legisladores demócratas, no librecambistas, que vigilarán el cumplimiento de acuerdos laborales. La buena: Biden es sensato, nos conoce bien, favorece buenas políticas de energías limpias, ambientalistas, pro derechos humanos y democracia, que nos inducirá hacia políticas diferentes. ¡Hay que prender veladoras para lo que ya parece su triunfo!
Exembajador de México en Canadá. @suarezdavila