La elección del nuevo Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, el cubano-americano Mauricio Claver, impuesto por Trump contra toda regla y tradición, ya es historia. Pero la historia también registra otro hecho bochornoso en nuestras relaciones internacionales y hemisféricas.
¿Cómo sucedió? Lo dicho públicamente por Jorge Castañeda se confirma por fuentes de Washington, que el Tesoro Americano propuso/sondeó a México que “podría” apoyar a un buen candidato mexicano, los había (S. Levy, A. Werner). México ofreció 2 candidatas, que E.U. rechazó. Acto seguido, E.U. lanzó a Claver. México se había apresurado para apoyar a un argentino, Beliz, que no tendría la aceptación requerida. Brasil tenía su propio candidato, pero una llamada de Trump a Bolsonaro hizo que lo retirara. ¡A cambio logró la Vicepresidencia Ejecutiva, que era la de EU! El “golpe de Estado” de Trump provocó una fuerte reacción generalizada. Claver es un cubano-americano, asesor en el Consejo de Seguridad, que no tiene el nivel, lo postula para atraer el voto cubano de Florida, después para politizar el BID, apoyando las causas conservadoras y, tener un contrapeso frente a la expansión China. Contraviene el Acuerdo fundacional que la Presidencia siempre sería para un destacado latinoamericano como lo han sido Felipe Herrera de Chile, Antonio Ortiz Mena de México, Enrique Iglesias de Uruguay y Moreno de Colombia. Primero hubo una carta de 5 de los más destacados expresidentes de América Latina: Cardoso, Zedillo, Sanguinetti, Santos, Lagos, rechazando la imposición. Luego Bórrel, responsable de la política exterior de la Unión Europea envió una carta respaldada por 22 jefes de gobierno, expresidentes, excancilleres y personalidades como Felipe González, proponiendo diferir la elección hasta marzo para sacarla del proceso electoral de E.U. En el mismo sentido se pronunciaron en una carta personajes de E.U., como Schultz y Carla Hills. También la Mesa de Reflexión Latinoamericano un amplio grupo de académicos destacados.
Herrera, titular de la Representación de México, apoyó públicamente la diferición, lo cual valió una queja de Claver. Diferir requería una mayoría. Cuando se vio que no había suficientes votos, surgió otra idea: evitar que hubiera quórum, que sólo necesitaba 25%. Ésta fue apoyada por Argentina, inicialmente México, Chile, Perú, Costa Rica con el bloque europeo (que Ortiz Mena había incorporado como socios). ¡Suficientes votos! Incomprensiblemente México se salió de la coalición y con ello ésta se desintegró. Se nos consideró responsable del fracaso. La impresión generalizada es que México se “rajó” para no contrariar a Trump. Otro caso lamentable, como la doctrina Estrada o Calvo, hay una nueva doctrina mexicana, la del “Apaciguamiento” abyecto, que Chamberlin usó con Hitler. El resultado final fue digno, Argentina retiró su candidatura y se abstuvo, lo acompañaron Chile, Perú, Trinidad y Tobago, México, más el bloque europeo, 12 países. En total se abstuvieron 17 países de 38, con 30% de los votos. ¡Claver llega así con una legitimidad muy cuestionada!
La ocurrencia de Seade para conquistar la Dirección de la OMC, vergonzosamente no llegó ni al grupo de los 5 semifinalistas. Era evidente que no podría haber otro latino, después del brasileño saliente y le corresponderá a una de las 2 africanas destacadas. ¡Semana para olvidar: la homilía “bufa” de la ONU, la embajadora eminente de 5 días! ¡México no merece tanto desatino, tanto desprestigio en su política exterior!
Exembajador de México en Canadá. @suarezdavila