Mientras en nuestro país un suceso violento tras otro, exhibe el fracaso de las instituciones por reducir los delitos, por proteger los derechos y la vida de los mexicanos, las autoridades federales y estatales se dedican a minimizar el descontrol o incluso a celebrar resultados inexistentes.

El pasado 29 de agosto, el Cártel de Sinaloa paralizó Culiacán con enfrentamientos armados y bloqueos. Si bien en la entidad un suceso como este no es nuevo, sí es sorprendente la respuesta institucional.

Ante dichos eventos el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, simplemente le pidió a los ciudadanos que se resguardasen en sus casas. Pocas horas después, al ser cuestionado por periodistas, el gobernador respondió que “todo está en Sinaloa” y se limitó a describir el hecho como “un incidente sin más consecuencias”.

¿De verdad los narcobloqueos y enfrentamientos armados en las calles es “un incidente sin más consecuencias”?

En ese mismo tenor, el presidente de la República este domingo 1 de septiembre, rindió uno de sus tantos informes de gobierno, aparentemente el último, en el que celebró una serie de “resultados” como:

“…Los delitos del Fuero Federal se han reducido en 24,8%. El homicidio en 18%. El robo bajó en 29,5%. El feminicidio en 37,6%, el robo de vehículo en 48,6% y el secuestro se redujo en 77%. Durante el sexenio se han mantenido un promedio de 1.200 detenciones diarias de presuntos delincuentes. Se han destruido 11.297 hectáreas de marihuana y 66.738 de amapola, así como 2.570 laboratorios de sustancias químicas producidas para el narcotráfico. Las Fuerzas Armadas han decomisado 52.939 armas, 52.939 armas que han entrado de contrabando principalmente procedente de Estados Unidos…”

Más allá del hecho, López no hizo mención alguna de los graves sucesos ocurridos 72 horas antes en Sinaloa, su discurso estuvo lleno de información que va desde lo impreciso hasta lo abiertamente falso.

1.- “Los delitos del fuero federal se han reducido en 24,8%”. Impreciso. Con base en la cantidad de delitos cometidos por grupos de delincuencia organizada, no se puede afirmar que haya menos delitos del fuero federal, si acaso lo que hay son menos resultados, menos trabajo y menos investigaciones iniciadas por la FGR.

2.- “El homicidio en 18%; el robo bajó en 29.5%, el feminicidio en 37.6%, el robo de vehículo en 48.6% y el secuestro se redujo en 77%”. Falso. Si comparamos los 68 meses de la actual Administración contra el mismo periodo de la administración anterior, encontramos que, el homicidio doloso aumentó 32%; el feminicidio aumentó 41%; el robo (con violencia) bajó 8.5%; el robo de vehículo 23.5%; el secuestro bajó 50%. Cabe destacar que la supuesta disminución del secuestro se debe a una práctica de subregistro de casos y no a resultados efectivos por parte de los varios gobiernos. Tan sólo si contamos los secuestros múltiples que han ocurrido en el último año en San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, hay evidencia que no se reportaron más de 500 víctimas, lo que explica la supuesta reducción.

3.- “Durante el sexenio se han mantenido un promedio de 1,200 detenciones diarias de presuntos delincuentes”. Falso. Según datos de INEGI, las fuerzas federales detienen a menos de 4000 personas por año, es decir, poco más de 100 por día.

4.- “Se han destruido 11,297 hectáreas de marihuana y 66,738 de amapola, así como 2,570 laboratorios de sustancias químicas producidas para el narcotráfico. Las Fuerzas Armadas han decomisado 52,939 armas, 52,939 armas”. Impreciso. Este dato se presenta de manera engañosa, dado que no explica que estos “resultados” representan una caída en decomisos, aseguramientos y destrucción, respecto al sexenio pasado.

Además, el presidente omitió hablar de cómo crecieron delitos como la extorsión -que aumentó 37%-, la trata de personas, el tráfico de personas, las desapariciones de personas -que aumentaron 120%-, el narcomenudeo, las violaciones, la violencia familiar, el robo de hidrocarburo, los delitos financieros, entre muchos otros.

Si bien mentir o minimizar el fracaso de un gobierno no es exclusivo de López o de Rocha, sí es sorprendente ver la magnitud de las mentiras y la ligereza con la que se desacreditan graves hechos delictivos.

Es deseable que la administración de la presidenta, Sheinbaum recupere la dignidad y un mínimo de vergüenza, deje de mentir con tal facilidad y no siga el ejemplo del presidente López, ese político que prometió no mentir ni traicionar y que en su último informe de gobierno, no aportó -cuando habló de seguridad  y justicia- un solo dato verdadero, al tiempo que traicionó con sus mentiras a todos los mexicanos.

Director del Observatorio Nacional Ciudadano

@frarivasCoL

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