Mientras el país pasa por la peor crisis de violencia de la historia, en Ciudad de México y su zona metropolitana, la incidencia de homicidio doloso muestra mejoras significativas.

Hace pocos días el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) publicó las estadísticas preliminares de los homicidios registrados en el país durante 2020, las cuales muestran que por segundo año consecutivo la tasa de homicidios dolosos a nivel nacional superó las 29 victimas por cada 100 mil habitantes, por mucho la mayor de los últimos 24 años.

Si a nivel nacional en materia de homicidio nada mejoró entre 2019 y 2020, la capital del país registró un descenso de la tasa de víctimas del 16.47% y Estado de México del 2.51% en ese mismo periodo.

Ello parece el resultado de un esfuerzo de las autoridades locales por ir tras los mandos de grupos delictivos y bandas, fortalecer los sistemas de investigación, incrementar las ordenes de aprensión y las sentencias condenatorias.

Si el homicidio en el área metropolitana mejora, Ciudad de México y Estado de México siguen siendo las entidades más peligrosas del país en materia de delitos comunes para los ciudadanos, para mujeres, adultos mayores y menores de edad.

Este martes 3 de agosto en el Observatorio Nacional Ciudadano presentamos el análisis de los primeros 6 meses de este 2021 en materia de incidencia delictiva de Ciudad de México y el jueves 5, los que se refieren al Estado de México.

Los principales hallazgos de ambos reportes confirman que Ciudad de México es primer lugar a nivel nacional en robo a negocio, a transeúnte y en transporte público; segundo en robo con violencia y cuarto en trata de personas.

Por su parte, Estado de México es la entidad con la mayor tasa de robo con violencia y en violencia familiar del país; segundo lugar en extorsión, robo de vehículo, robo a transeúnte y en transporte público y quinto en trata de personas.

Las diferentes encuestas de victimización coinciden en que los delitos más frecuentes son los robos, que el mayor daño para las víctimas es el patrimonial y que la mayor prevalencia del delito es para las clases medias y medio bajas, por todo ello podemos deducir que el área metropolitana de Ciudad de México es la zona donde es más probable que las clases medias y bajas sean víctimas de un delito de todo el país.

Un llamado importante de atención para nuestras autoridades, particularmente si consideramos que el actual gobierno de Ciudad de México, ha comprometido mejorar la vida de aquellos que hoy más fácilmente son víctimas de la criminalidad y para las cuales una afectación económica asume niveles críticos de daño.

El otro llamado de atención para los gobiernos capitalino y del Estado de México debe ser atender a mujeres, menores y adultos mayores.

En Ciudad de México, en este primer semestre -comparado con los primeros 6 meses de 2020- la violencia familiar creció un 38% y las violaciones un 51%. Como dato positivo los feminicidios parecen disminuir un 21%.

Por lo que refiere a la entidad más poblada del país, el feminicidio creció un 5%; las violaciones un 53% y la violencia familiar un 56%.

Indudablemente debemos celebrar que, mientras en el país la violencia homicida sigue empeorando, la zona más poblada de México registre mejoras.

No obstante, es imperativo que las autoridades de seguridad y justicia de Ciudad de México y Estado de México trabajen de manera coordinada para atender los robos, la violencia de género y familiar. En un contexto de profundos y mal programados recortes presupuestales en materia de seguridad y justicia las autoridades locales deben buscar cómo eficientar recursos y hacer más efectivas las acciones porque los ciudadanos estamos cada vez más expuestos y el Estado en su conjunto más endeble.

Director general del Observatorio Nacional Ciudadano 
@frarivasCoL 

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