El pasado 24 de enero, en Ayahualtempa, Guerrero, 20 jóvenes entre los 12 y los 17 años -5 mujeres y 15 hombres-, armados, prometieron defender a su comunidad como parte de la autodefensa local.

Ayahualtempa se encuentra en el sureste de la entidad y es un municipio que ha sufrido constantemente la violencia que ejercen los grupos criminales. Tan sólo el pasado 19 de enero presuntos integrantes de “Los Ardillos” secuestraron a cuatro integrantes de una familia (los padres y sus dos hijos) mientras atendían su ganado, mismos que a la fecha -pese a los operativos de autoridades estatales y federales- no han sido liberados o localizados.

Si bien la literatura explica que no existen “estados fallidos”, es evidente que en Guerrero el Estado le falla constantemente a sus habitantes. Desde lo federal a lo local, queda claro que las autoridades no logran proveer seguridad, educación, servicios de salud o simple infraestructura básica.

Por ello, las comunidades locales han desarrollado policías comunitarias y grupos de autodefensa que se integran en una Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias y Pueblos Fundadores (CRAC).

Según datos oficiales, entre 2022 y 2023, en Guerrero el homicidio doloso creció 24%; el feminicidio 23%; el secuestro 44% y el robo de vehículo 10%.

En contraste, reportan una disminución de la extorsión en 43%; del robo a casa habitación 3%; de robo a negocio 19%; de robo a transeúnte 24%; de robo en trasporte público 40%; de violación 8%; de trata de personas 23%; de narcomenudeo 2%; mientras que la violencia familiar queda sin variación entre un año y el otro.

¡Es evidente que tales descensos carecen de veracidad! Recordemos que en 2023 el desabasto de pollo y huevo estuvo asociado a la extorsión, que los abarroteros sufrieron amenazas por vender productos como cigarros, cervezas o refrescos; que los transportistas se manifestaron por el acoso que han sufrido por extorsión y robos.

Además, no podemos olvidar las escenas de saqueo y rapiña en contra de empresas, actividades comerciales y negocios, tras el paso del huracán Otis, los robos fueron sistémicos y constantes.

Es por ello que podemos afirmar que la disminución del 43% de las extorsiones y del 19% de los robos a negocio, son abiertamente falsas.

Mientras que a nivel nacional asociaciones civiles, medios de comunicación y activistas condenaron que 20 jóvenes se incorporen a las autodefensas, la CRAC justifica la acción como necesaria ante el embate de la violencia, la gobernadora, Evelyn Salgado, calla -y desvía la atención nombrando a un militar al frente de la Secretaría de Seguridad estatal- y el presidente omite hablar del tema.

Hace una semana, el pasado 23, en el Observatorio Nacional Ciudadano presentamos el estudio “Final de Sexenio, se confirma el fracaso de cumplir las metas en seguridad”, donde, entre los tantos fracasos en materia de seguridad de este gobierno que recopilamos, pusimos en evidencia cómo los datos oficiales exhiben que la incidencia delictiva en contra de niñas, niños y adolescentes alcanzó niveles críticos durante este sexenio.

Entre 2019 y 2023 se tiene registro de al menos 152 mil niñas, niños y adolescentes víctimas de algún delito, un crecimiento del 35% respecto al periodo anterior.

Según la información pública oficial, en esta administración por lo menos 1000 niñas, niños y adolescentes son víctimas de homicidio doloso por año y 37 de cada 100 son víctimas de lesiones dolosas.

El gobierno más humanista de la historia y los gobernadores que integran la supuesta cuarta transformación han abandonado a la niñez del país, evidentemente no les importa que 20 niños tomen las armas, luchen por su comunidad, arriesguen su futuro y sus vidas.

Ninguna sorpresa, mientras el país vive el sexenio más violento de la historia y los mexicanos sufrimos en carne propia el embate de la delincuencia y el abandono institucional, el gobierno federal celebra y presume reducciones inexistentes de delitos.

La situación de seguridad y violencia en Guerrero es inaceptable, como desde luego lo es en todo el país, esperemos que el llamado de atención ante 20 jóvenes que se juegan la vida por una comunidad avasallada por la violencia sirva para finalmente contar con una política de seguridad y justicia que permita recuperar la paz… aunque lamentablemente lo dudo, ni Guerrero ni el resto del país veremos al gobierno hacer algo por combatir los delitos, la corrupción y la impunidad.

Director del Observatorio Nacional Ciudadano

@frarivasCoL

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