Diversas informaciones dan testimonio de lo que parece ser una formidable temporada veraniega en el mundo. Así, lo mismo se habla de una recuperación a niveles prepandémicos del gasto del mercado chino, que de un crecimiento de la economía española 67% por arriba del de la eurozona debido, en gran parte, al buen desempeño de su actividad turística o de 17% de aumento del volumen de pasajeros aéreos domésticos transportados en nuestro país en el primer semestre de año, en comparación con el mismo periodo del año previo.

Con este telón de fondo, en la semana que recién concluyó, se dieron a conocer tres piezas de información sobre el comportamiento reciente del turismo mexicano que vale la pena analizar y poner en contexto.

En primer lugar, derivado de la publicación de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) es posible realizar una valoración del acceso que la población tiene a la realización de viajes por fines turísticos. En un país en donde más de 40% de la población subsiste en condiciones de pobreza, no es ninguna sorpresa reconocer que 30% de la población es la responsable de cerca de 80% del gasto turístico. A mayor abundamiento de esto, vale la pena subrayar que la población que se sitúa en el decil de más altos ingresos realiza más de la mitad de los gastos turísticos (52.8%). Y si bien los niveles intermedios de ingresos (deciles cuarto y quinto), contribuyen con 11.3% del gasto turístico, es claro que la población de menores ingresos tiene un acceso reducido al goce del turismo, lo que habla de la agenda pendiente desde hace muchos años por impulsar el turismo social en nuestro país. Por cierto, esto me hace recordar una de las posiciones más desafortunadas de la política turística impulsada por el gobierno del presidente Peña Nieto que planteaba hacer que todos los mexicanos viajaran… lo que siempre conllevaba a preguntar ¿y si les damos de comer primero?

El segundo producto al que nos queremos referir es el que presentó los datos del Indicador Trimestral de la Actividad Turística (ITATA), también del Inegi que revela un importante incremento de la economía turística en el primer trimestre del año en comparación interanual de 8.4%, pero un avance apenas marginal sobre los niveles del trimestre previo. Asimismo, es pertinente reconocer que los niveles del PIB turístico en dicho primer trimestre de 2023, se encuentran 3.6% por debajo de los alcanzados en el primer trimestre de 2020. De acuerdo con lo anterior, el comportamiento de la economía turística en estos primeros meses del año se ha visto animado por un buen desempeño del turismo internacional, sin dejar de recordar que en los meses iniciales de 2022 este segmento se vio contenido por la aparición de la variante ómicron del coronavirus. En contraparte, el turismo interno tuvo un balance negativo (-3.4% en comparación con el primer trimestre de 2022).

Finalmente, la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación hizo públicos los resultados del turismo internacional por vía aérea hacia México, en el primer semestre del año. A primera vista los resultados no son malos: un avance de 2.1% en comparación interanual; sin embargo, los datos confirman la tendencia de desaceleración que ya hemos comentado en anteriores entregas. En particular, es notable y preocupante un cuarto mes consecutivo de descenso del flujo de turistas de Estados Unidos (lo que ya no es solo desaceleración); con ello, entre marzo y junio hay un descenso de 11.2%, más de 554 mil turistas menos en comparación con los mismos meses de 2022. Otros mercados que experimentan descensos relevantes en el mismo periodo son: Colombia (-20.1%), Reino Unido (-19.2%) –tercer y cuarto mercados emisores más importante para México, respectivamente– y Brasil (-46.2%), que con estos resultados sale del top ten de dichos mercados emisores.

La vuelta a un escenario normal de competencia, la fortaleza del peso, la falta de promoción y la percepción de inseguridad, en una combinación multifactorial, son los factores que en mayor medida explican este comportamiento reciente y si bien el verano del mercado nacional luce muy favorable, las señales, cada vez más evidentes de la desaceleración de los mercados internacionales, no deberían pasar desapercibidas por los sectores público y privado del país.

Director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) Anáhuac

Twitter: @fcomadrid

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