En días pasados se realizó en República Dominicana una reunión de perfil ministerial convocada por la Organización Mundial del Turismo (OMT). De acuerdo con las comunicaciones, se establecieron acuerdos y mecanismos de colaboración para relanzar el turismo en la región. Es significativo que si bien hubo algunas presencias virtuales, los trabajos fueron presenciales, incluyendo la asistencia del presidente dominicano; de Zurab Pololikashvili, secretario general de la OMT, y del secretario de Turismo de México, Miguel Torruco.

Sin dejar de tener presente que ni Canadá ni EU son miembros de la OMT y que no hubo una presencia significativa del sector privado, que es en donde en realidad se articulan las tareas de comercialización turística y cuyo concurso será necesario para aterrizar la idea de la reactivación, tanto de los mercados emisores como de los destinos que acogen a los turistas, el encuentro debió ser un foro para el intercambio de experiencias en los difíciles momentos que enfrenta la actividad.

En particular, se debe subrayar el trabajo estratégico que el gobierno de República Dominicana lleva a cabo, aunque algunas fuentes del sector privado de ese país no aprecian que lo que dice, se hace.

En todo caso, el itinerario estratégico no tiene desperdicio y el resto de los gobiernos de la región bien podrían tomar nota de las iniciativas, sin dejar de tener presente que ese país es un jugador relevante en el mercado de sol y playa, con una oferta turística de 80 mil habitaciones.

Dentro de las acciones que se habrían llevado a cabo se pueden mencionar las siguientes:

1.En los primeros meses de la pandemia el gobierno asumió el pago a trabajadores que ganaban el salario mínimo y una parte proporcional de los que tenían mayores ingresos, con lo que se ayudó a dar liquidez a las empresas.

2. De la mano de lo anterior, ha habido una actitud abierta para dar beneficios y facilidades fiscales a las empresas, bajo la lógica de que este es el camino para mantener empleos. Conviene decir que la política fiscal para la atracción de inversiones es agresiva y posibilita exenciones fiscales de hasta 15 años, para nuevas inversiones.

3. Con la certeza de que los meses venideros supondrán una recuperación de la demanda, pero, al mismo tiempo, serán escenario de una encarnizada competencia por los turistas, contando con inversión pública se dispone de los presupuestos para mantener una importante posición promocional.

4.Asimismo, apuntando a la recuperación de la confianza de la demanda, los trabajadores de la industria, en algunos destinos, han empezado a recibir las vacunas en una acción coordinada con los grupos hoteleros con presencia en el país.

5. A fin de contar con una visión estratégica coordinada, el gabinete turístico funciona de manera regular. Esto es un reconocimiento al peso específico del turismo (15% del PIB) en el país.

6. De igual manera, y como se viene realizando en casi todos los destinos turísticos relevantes del mundo, desarrollo y operación de protocolos sanitarios en las diferentes etapas de los viajes.

7. Una de las innovaciones que impulsó el gobierno dominicano fue la de hacerse cargo de un seguro para quienes visitan el país, con lo que los viajeros quedan cubiertos de enfermar durante su estancia.

Finalmente, parece pertinente la inclusión en las conclusiones de la reunión de un llamado a no perder de vista la necesidad de insistir en impulsar la visión de hacer del turismo una actividad sostenible, para realizar una contribución relevante a la mejora de los niveles de vida de los trabajadores de la región.

Director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) Anáhuac.
Twitter: @fcomadrid

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