Cada tanto vengo a Oaxaca. Escribo esta columna desde acá, adonde no había estado desde diciembre de 2019, antes de la pandemia. Cierto, no es una sorpresa, pero encuentro el destino en muy buena forma. Desde el punto de vista de la oferta de alojamiento, la ciudad de Oaxaca es de proporciones medianas, lo que no necesariamente es ni bueno, ni malo. No obstante, tengo la sensación de que hay una propuesta de mayor calidad, tanto en hoteles de cadena, como en pequeños establecimientos con buenas instalaciones.

Es un deleite caminar por los rincones de la ciudad y encontrarse con novedades, así como con muchas referencias de toda la vida. Como cualquier persona que visite estos rumbos puede confirmar, la gastronomía es uno de los puntos sobresalientes y distintivos, y ello se puede constatar desde el pase de lista por la mañana en el mercado para comer un tamal o un pan de yema con chocolate, como explorando aquellos lugares, cada vez más abundantes en los que se apuesta por una propuesta más sofisticada dentro de los que destaca, sin duda, Casa Oaxaca, ubicado en la lista de los 100 mejores restaurantes de Latinoamérica en 2021. Sin dejar de tomar nota que la pandemia causó algunas bajas en los establecimientos restauranteros, en lo personal me gusta regresar a los sitios que me parecen una referencia confiable y en donde puedo probar, de manera consistente, sabores auténticos como en Los Pacos, de Paco Canseco.

En el balance de la visita, que ha incluido visitas a Monte Albán, Mitla y Hierve el Agua, me quedo con la sensación de que, desde una perspectiva turística, están pasando buenas cosas en Oaxaca que se traducen en mejoras de la calidad de vida para la población local, la que, por cierto, no tiene muchas otras alternativas productivas. Con la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad con la que cuenta, Oaxaca es un formidable destino cultural y, a partir de esta condición, se desarrollan productos y experiencias turísticas para diferentes segmentos. Así, por ejemplo -y con una muy definida situación en la que los efectos de la pandemia en el turismo van quedando atrás- me dicen que hay un boom del turismo de bodas, en el que, por ejemplo, para el resto del año están programados alrededor de 50 eventos de esta naturaleza que dejarán una muy interesante derrama económica para el destino.

Del otro lado, sin embargo, observo viejos y nuevos obstáculos que frenan que el destino pueda proyectarse a las ligas mayores del turismo. Por supuesto, el reto de siempre es la apropiación del espacio público en detrimento de la actividad económica formal, de los derechos de la propia sociedad oaxaqueña y de la ilusión de los turistas, impulsada desde el corporativismo, las posiciones radicales de una izquierda trasnochada que, al amparo de su supuesta superioridad moral, vandaliza con pintas el patrimonio de la humanidad y ha secuestrado una parte importante del centro de la ciudad; en esta fórmula hay que agregar una ausencia de capacidades para ejercer la ley de parte de la autoridad municipal y lo que, por todas partes, destila un tufo de corrupción en el que los vendedores ambulantes han dejado de serlo para instalarse de manera cotidiana en aceras y calles de la zona histórica de la ciudad. En este sentido, me sorprende que la ciudad mantenga la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad.

Por otro lado, el nuevo prietito en el arroz parece apuntar a la falta de una visión colectiva en la que se privilegie el turismo como la gran palanca para impulsar el desarrollo social y económico de la ciudad y de la entidad. Ejemplo de ello es que encuentro impresentable el que, en plena temporada de verano, y con las condiciones que hoy imperan en materia de la evolución de la pandemia, la visita al Templo de Santo Domingo cierre a las 17:00 horas, la apertura de su museo esté restringida de horario, como lo está el ingreso al sitio arqueológico de Mitla, que no permite visitas a partir de las 14:45 horas.

Los inminentes relevos en las autoridades estatales y municipales pueden convertirse en una espléndida oportunidad para revertir una tendencia que, de mantenerse, puede conducir al deterioro del destino.

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.

Twitter: @fcomadrid

 

Google News

TEMAS RELACIONADOS