Como es ampliamente sabido, el impacto de la pandemia en la actividad turística tuvo como rasgo sobresaliente la modificación del comportamiento de los mercados. La decisión de México de no restringir la internación de personas al país durante la contingencia sanitaria trajo, a la postre, un efecto positivo en los flujos turísticos internacionales, propiciando una acelerada recuperación en comparación con el resto de los competidores y, de hecho, con la mayor parte de destinos turísticos del mundo.
Conforme pasan los meses, la vuelta a la normalidad de la competencia turística se vuelve a imponer, aunque, como se anticipaba, se produjeron modificaciones relevantes en la industria turística. Con todo y las vicisitudes que ha enfrentado la economía norteamericana y la apreciación del peso ante el dólar, para México en los tiempos recientes es posible apreciar un aumento significativo —por lo menos hasta ahora— en el volumen de viajeros del mercado de Estados Unidos que se internan al país por vía aérea, con dos efectos que llaman la atención: en primer término, con un aumento relevante en la dependencia de este mercado, recordando que en velocidad de crucero alrededor de 60% de los turistas que ingresan al país vía aérea provienen de Estados Unidos y, al cierre de 2023, la proporción estuvo por arriba de 65%; por otro lado, México ha logrado aumentar su participación en el conjunto de los viajes aéreos que los norteamericanos realizan al exterior —también por vía aérea—, pasando de 20.6% en el primer trimestre de 2019 hasta un notable 24.6% en el mismo periodo de 2024.
Por su relevancia en el volumen total del turismo no fronterizo, vale la pena destacar que los aeropuertos del Caribe mexicano (Cancún y Cozumel) captaron en este primer trimestre del año 10.8% de este mercado, en comparación con 8.3% en el mismo periodo de 2019.
Ciertamente, estas proporciones son muy buenas, y así debe ser reconocido; sin embargo, también se debe reconocer que la participación de mercado se contrajo en el total y en el Caribe mexicano en contraste con el primer trimestre de 2023 (-0.8% en el caso nacional y -0.2% en los aeropuertos del Caribe), y marcan un tercer ciclo consecutivo de reducción en la participación en este que, como ya se dijo, es nuestro principal mercado emisor.
Aunque puede sonar todavía a un apunte anecdótico, dejemos constancia de que República Dominicana aumentó su participación en una décima y media, que parece poco, pero que es el resultado de un incremento de 16.1% en el volumen de turistas norteamericanos, recibiendo en estos primeros tres meses del año a 1.2 millones de viajeros de ese mercado.
A partir de los datos que aquí se han mencionado es posible formular algunas conclusiones de cara a la renovación de la política turística que, muy probablemente, acompañará el cambio en la administración federal.
El aumento en la participación del mercado de viajes de Estados Unidos es una buena noticia. No obstante, se debe reconocer que esta situación ocurrió de manera fortuita, y no como resultado de una acción estratégica. Un punto relevante es que, como resultado de la vuelta a la competencia regular, paulatinamente se va perdiendo terreno en lo ganado y hay jugadores que están de manera proactiva al acecho de este importante mercado.
Por ende, la defensa de lo ganado es fundamental y, para ello, es una condición necesaria que México vuelva a destinar recursos a la promoción turística, tal y como lo hacen los grandes jugadores del turismo mundial —Francia, España, Estados Unidos o Turquía, por ejemplo—. Es cierto, hay que trabajar en muchos frentes, como el de la seguridad de los destinos turísticos, por ejemplo, pero la promoción es un mecanismo fácil de activar y los recursos para ello deberían estar resueltos con la captación del Derecho de No Residente, cuyo monto superará este año 16 mil millones de pesos.
Por otro lado, es necesario definir una política pública eficaz que coadyuve a la diversificación de destinos, especialmente pensando en sembrar para el futuro y no sólo cosechar de lo que se hizo en el pasado, como lo realizado con Cancún, que recién cumplió s1us 54 años.
