Luego de revisar los datos recientes de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación sobre los mercados emisores de turistas aéreos a México a julio, así como los reportes de pasajeros internacionales de agosto de dos de los principales grupos aeroportuarios que incluyen Cancún, Los Cabos y Puerto Vallarta, -aeropuertos que en conjunto representan alrededor de dos terceras partes de los viajeros por esta vía al país-, parece confirmarse la tendencia de desaceleración del turismo internacional de la que hemos dado cuenta desde hace varias semanas.
Si bien el volumen de los flujos en los principales diez mercados emisores se mantiene ligeramente por arriba (0.1%) entre enero y julio de 2023 con relación al mismo periodo de 2022, la contracción en comparación interanual de julio ya es severa (-9.7%), destacando la que se observa en Estados Unidos, que registró un -8.5%. De hecho, ocho de estos diez mercados reportan comportamiento negativo en el periodo de comparación: en orden de importancia, el comportamiento negativo aparece para Canadá (-1.5%), Colombia (-31.2%), Reino Unido (-20.6%), Argentina (-14.4%), Francia (-5.6%), España (-29.6%) y Chile (-9.2%), siendo Perú y Alemania los que reportan comportamiento positivo.
Entendiendo que los datos de pasajeros internacionales representan un indicador adelantado de la demanda, es de esperar que la tendencia descrita siga en agosto, pues en los tres aeropuertos señalados se presentaron resultados negativos en comparación interanual: Cancún (-1.0%), Los Cabos (-3.7%) y Puerto Vallarta (-9.2%).
Sin dejar de tener en cuenta que un componente fundamental para entender la desaceleración es la vuelta a la normalidad de los destinos competidores, lo más grave es que esta caída no sólo es relevante por sí misma, sino que se da en un entorno en que los viajes de muchos de estos mercados se multiplican y alcanzan volúmenes inéditos, como en el caso de los estadounidenses. En junio, julio y agosto de 2023, los ciudadanos de EU aumentaron 14.2% sus viajes al exterior por vía aérea con relación al mismo periodo de 2022.
Con independencia de la fortaleza del peso y de la percepción sobre inseguridad en varios destinos turísticos del país que, sin duda, juegan un papel significativo en los comportamientos antes descritos, parece cada vez más patente que la insuficiente promoción turística del país empieza a cobrar factura. Ciertamente, el atípico comportamiento de los mercados durante la pandemia no hacia tan evidente esta condición; hoy es tiempo de plantearse la necesidad de buscar nuevas alternativas para enfrentar la situación que puede agravarse en meses venideros.
Luego de conocerse el Paquete Económico que ha presentado el Ejecutivo al Legislativo, no se observa que haya una reconsideración en cuanto a la inversión para la promoción turística. Por tanto, y al menos en lo que corresponde a los destinos con presencia internacional, deben ser las instancias locales las que sean capaces de canalizar los recursos necesarios para modificar las tendencias, con independencia de que el resto de los destinos del país tendrá condiciones más difíciles para acceder a corrientes turísticas internacionales.
Es una ilusión pensar que con la participación en una feria turística se puede subsanar una limitada presencia en los mercados internacionales. Participar en este tipo de eventos tiene sentido si forma parte de una estrategia promocional y comercial integral.
Escatimar recursos al turismo conlleva altos riesgos. La revisión de los datos sobre pobreza en el país, de acuerdo con las recientes mediciones del Coneval, muestra que dentro de las entidades que más avanzan en el combate a este flagelo están Baja California Sur y Quintana Roo, que comparten una plena vocación turística de corte internacional. En consecuencia, parecería recomendable cuidar el turismo en estas entidades, y una manera de hacerlo es invirtiendo más y mejor en promoción turística.
Director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) Anáhuac
Twitter: @fcomadrid