Hacia el final de la semana pasada Alicia Bárcena, Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo dependiente de la ONU, presentó un nuevo informe especial que, además de revisar el impacto económico de la pandemia de Covid-19 en esta región, presenta un conjunto de propuestas concretas para hacer frente a estos efectos en las empresas y los sectores productivos. Sin duda, la dimensión de lo que hoy se vive en la región es descomunal y la recuperación demandará de años de trabajo y esfuerzo. Tan sólo por ilustrar alguno de los hallazgos que evidencian la profundidad de la afectación, en dicho documento se advierte que el número de empresas formales que podrían cerrar en la región latinoamericana es de 2.7 millones en un plazo de seis meses.
El informe clasifica el nivel de impacto en las actividades productivas en tres grupos. No es una sorpresa encontrar que en el grupo con mayor afectación ‘Impacto fuerte’ de acuerdo con la denominación que se utiliza en la publicación, se encuentran los ‘servicios de turismo’ y ‘los hoteles y restaurantes’. El conjunto de los sectores agrupados en esta categoría significa la tercera parte del empleo en la región.
Así, se menciona que el turismo perdería 290 mil empresas y un millón de empleos formales. Vale la pena decir que entre febrero y mayo, en México, el número de personas aseguradas en el IMSS de los subsectores ‘servicios de alojamiento temporal’ y ‘preparación y servicio de alimentos y bebidas’ fue de cerca de 210 mil menos.
Los gobiernos de la región han implementado un 351 medidas tendientes a la protección del empleo y a la salvaguarda de empresas y capacidades siendo las más socorridas aquellas relacionadas con dar liquidez, crédito, ayudas directas –subsidios y cancelación de obligaciones–, protección del empleo y apoyo a la producción. La media de los créditos corresponde a 3.8% del PIB, destacando los casos de Chile, que triplica dicha proporción (11.4%) y México que se encuentra una tercera parte por debajo de ese nivel.
La valoración que hace la Cepal sobre estos apoyos es lapidaria, pues señala que las medidas son significativas, pero insuficientes. La premisa central atrás de este juicio es que parten de un supuesto equivocado, en el que las empresas generarían utilidad con las que pagarían créditos, impuestos diferidos y otras deudas. De acuerdo con lo señalado en el documento, esto no sucederá en un par de años.
Tal vez la parte más interesante del documento es la sección de propuestas, las que se agrupan en tres ejes: 1. Ampliar los plazos y los alcances de las líneas de intervención en materia de liquidez y financiamiento para las empresas; 2. Reforzar las transferencias directas a las empresas para evitar la destrucción de capacidades, y 3. Apoyar a las grandes empresas de sectores estratégicos que resulten gravemente afectadas por la crisis. En el primer eje se menciona la conveniencia de condonar impuestos en 2020 a las microempresas, así como la suspensión del pago de servicios como luz, aguas, gas y telecomunicaciones. También se sugiere la flexibilización de los esquemas crediticios, aumentando los periodos de gracia y los plazos de los créditos, reforzando las operaciones de la banca de desarrollo.
El segundo grupo de medidas reconoce con claridad la dimensión de la crisis que se enfrenta y recomienda el que los gobiernos se hagan cargo por un periodo de seis meses de una parte significativa del costo de la nómina, diferenciando por el tamaño de las empresas: 30% para las grandes, 50% para las medianas, 60% para las pequeñas y 80% para las micro.
En el tercer eje se hace un llamado a valorar el significativo aporte de las grandes empresas, en lo que además de procurar mecanismos para dar liquidez, se recomienda valorar la conveniencia de que el Estado participe en la recapitalización de aquellas que tengan un significado estratégico. Aeroméxico calificaría casi en automático para una acción de esta naturaleza.
De implementarse estos ejes, al menos en lo que corresponde al sector turístico mexicano, se estaría en la senda de propiciar una relativa rápida recuperación, dando viabilidad a las empresas y haciendo un esfuerzo para mantener la planta laboral. El gobierno mexicano tiene la palabra sobre si seguirá las recomendaciones de este organismo internacional…
