La reciente propuesta del Presidente de la República por desaparecer los fines de semana largos ha caído como balde de agua fría en el sector turístico. La industria turística que sigue siendo un motor de desarrollo social y económico del país, continúa afrontando momentos de expansión limitada en los últimos meses, y siendo el mercado doméstico responsable de un poco más de 75% del consumo turístico, la posibilidad de perder los beneficios de la derrama económica que se desprenden de esta modalidad de uso del tiempo libre, consagrada en la Ley Federal del Trabajo, se convierte en un gran motivo de preocupación.

Ciertamente, se puede reconocer que el diagnóstico presidencial apunta en la dirección correcta; es decir, es más que deseable que las sociedades tengan conocimiento y consciencia —recordando que el Diccionario del Español de la Academia en su tercera acepción se refiere a esta palabra como el conocimiento reflexivo de las cosas— sobre su pasado y parecería que eso no sucede de manera suficiente con la niñez y juventud de México, por lo que deberían tomarse medidas para fortalecer la memoria histórica. No obstante lo anterior, en el documento Cancelar los fines de semana largos: ¿alternativa para fomentar la memoria histórica? elaborado de manera conjunta por el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur), la Asociación de Secretarios de Turismo de los estados (Asetur) y la Asociación Nacional de Cadenas Hoteleras (ANCH) se advierte de que no hay ninguna garantía de que la medida propuesta sea el camino para alcanzar el fin del fortalecimiento de la memoria histórica.

Al mismo tiempo, la citada referencia que puede descargarse en el sitio de internet del Cicotur Anáhuac, propone un conjunto de acciones que atienden la preocupación del Presidente, sin tener que desaparecer los multicitados fines de semana largos, los que, por cierto además de beneficiar de manera directa a las empresas turísticas, son un medio idóneo para propiciar la convivencia familiar, a través de la práctica del turismo.

Dentro de las medidas propuestas se habla, por ejemplo, del lanzamiento de una gran cruzada nacional en pro de la memoria histórica, aprovechando el hecho de que en 2021 se conmemorará el bicentenario de la consumación de la Independencia y en 2022 se cumplen 150 años de la muerte de Benito Juárez; de igual forma, se propone la creación de un programa similar al de Pueblos Mágicos en torno a la idea de los Pueblos Históricos, así como la integración de paquetes turísticos para estimular a las familias a que visiten los sitios históricos.

Siempre de acuerdo con la misma fuente de información, la afectación a la industria turística en caso de que, efectivamente, se cancelaran estos espacios predefinidos de asueto implicaría en un año como el presente, una pérdida en consumo turístico de alrededor de 21.5 miles de millones de pesos, cifra equivalente al 1.1% del PIB turístico del país y a 1.9% del consumo turístico interno en viajes de placer.

La afectación mencionada se traduciría no sólo en un impacto fiscal muy serio –tal vez de entre 1.5 y 2.0 miles de millones de pesos–, sino también a un daño grave a los ingresos y a la rentabilidad de las
empresas turísticas, las que, por cierto, vale la pena recordar, son en su amplia mayoría micro y pequeños negocios, pues de acuerdo con los Censos Económicos del Inegi, el 93% de ellas tienen menos de 10 empleados.

Sería por demás deseable que el debate que sobre el tema se ha abierto en los medios y en la sociedad, permita identificar los caminos correctos para impulsar la recuperación de la memoria histórica, al tiempo de reconocer que el turismo no solo es clave en el desarrollo social y económico de la nación, sino que, incluso, tiene el potencial para favorecer la convivencia familiar y es, también, un vehículo propicio para reafirmar la identidad nacional, pues los viajes que se canalizan a infinidad de sitios dentro de la geografía del país, propician un mayor conocimiento de las gestas históricas y coadyuvan a reafirmar el orgullo de pertenecer a una gran nación.

Director del Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur).
Twitter: @fcomadrid

Google News

TEMAS RELACIONADOS