La información sobre la evolución del empleo formal, dada a conocer por el IMSS, señala que en comparación interanual, en enero de 2021 hubo 668 mil 746 asegurados menos. Estas malas noticias son más malas aun cuando se identifica que en dos de los subsectores más relevantes de la industria de la hospitalidad –alojamiento y preparación y servicio de alimentos y bebidas– la disminución es de 276 mil 674 (108 mil 387 y 168 mil 287, respectivamente); así, tan sólo en estos dos subsectores se registra una caída de 41% del total de asegurados, lo que confirma que el turismo es –muy probablemente– la actividad económica más afectada por la pandemia.
La aparición de las vacunas para la prevención del Covid-19 suponen una luz de esperanza al final del túnel para el atribulado sector turístico. Sin embargo, la luz es chiquita y el túnel muy largo, pues la concreción de la inmunidad de rebaño con carácter global tardará muy probablemente, más allá de 2021. Así, los retos que enfrenta el sector son mayúsculos y no puede descartarse el que aparezcan nuevos.
Queda claro que el único camino que tendrán las empresas que aspiren a sobrevivir es el de la resistencia en una larga batalla. Obvia y lamentablemente, habrá muchas bajas en esta senda. El mercado doméstico seguramente será un importante punto de apoyo y el reto es cómo encontrar el equilibrio entre las medidas sanitarias y los viajes.
En un escenario de una afectación tan profunda como el que hoy vive el sector turístico, la desesperación ante las poco halagüeñas perspectivas requiere focalizar el poco margen de maniobra que se tiene.
Sin desconocer que los actores de la industria ven una recuperación plena para 2023 y hacia adelante, el Consejo Nacional Empresaria Turístico y el Cicotur Anáhuac han identificado un conjunto de medidas en los que la suma de capacidades públicas y privadas deberían maximizar sus esfuerzos, a efectos de contribuir a la reactivación de la industria turística mexicana.
Estas claves para la recuperación turística son las siguientes (el documento con el detalle de las propuestas puede ser descargada en el sitio de internet del Cicotur):
1. Asegurar la conectividad aérea, reconociendo la precaria situación que vive esta industria.
2. Poner a los trabajadores de la industria en los primeros lugares de los procesos de vacunación.
La Estrategia Nacional de Vacunación contra el Covid-19 ha dado prelación a la aplicación de vacunas para el personal médico y los adultos mayores, lo que tiene todo el sentido por tratarse de grupos de personas con mayor riesgo que el conjunto de la población.
Sin embargo, las etapas siguientes fueron determinadas solo con consideraciones etarias. Por ende, además de exhortar para acelerar los alcances de la estrategia, tanto por el hecho de que el personal de la industria está en su amplia mayoría en contacto directo con terceros, como por la gravedad de la situación que enfrenta el turismo y de la imperiosa necesidad de una pronta recuperación de la actividad, al tiempo de enviar un mensaje claro de responsabilidad y compromiso con la seguridad sanitaria que genere confianza en los mercados emisores, es necesario poner a los trabajadores de la industria en los primeros lugares de los procesos de vacunación.
3. Acotar legal y normativamente el boom de la competencia desleal en la industria informal del alojamiento.
4. Impulsar el turismo interno.
5. Integración de paquetes de ayudas para las empresas, lo que, por cierto, es una constante en los destinos competidores de nuestro país.
6. Canalización de los recursos del impuesto al hospedaje (que se tributa estatalmente) a la promoción turística.
7. Concreción de medidas legislativas para el apoyo a la recuperación turística.
8. Desarrollar una capacidad de reacción ante situaciones fortuitas; es decir, contar con mecanismos institucionales dotados de recursos para la gestión de crisis.
9. No olvidar la necesidad de avanzar en el blindaje en materia de seguridad en los destinos turísticos.
10. Mantenimiento y fortalecimiento de protocolos sanitarios, por parte de destinos y empresas turísticas.
Es bastante evidente que de mantenerse las condiciones actuales, la fectación se agudizará y además de producirse una importante pérdida de capacidades estructurales se estará postergando la recuperación de la industria.
