Al concluir la COP27 (Conferencia de las Partes) de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, en Sharm-el-Sheikh, Egipto, queda un sentido de insatisfacción por los resultados obtenidos, al no poder confirmar y concretar con acciones, las propuestas de la COP26. Y aunque se establece crear un “Fondo de Compensación por Daños y Pérdidas” que a consecuencia del cambio climático los países en vías de desarrollo puedan tener, hay un retroceso por la falta de compromisos más ambiciosos y necesarios para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), como se indica en el “Reporte 2022 de las Brechas en las Emisiones” (Emissions Gap Report 2022) publicado en octubre por el Programa Ambiental de las Naciones Unidas (UNEP).

Los testimonios que presenta UNEP muestran que la ruta actual para alcanzar la meta de -1.5º centígrados no es creíble, proyectando en 58 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (GtCO2e) las emisiones globales de GEI´s hacia 2030, 23 GtCO2e superiores a la meta de -1.5º centígrados, que incrementaría 2.8º centígrados la temperatura al final del siglo. Y aún si los países cumplieran con su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), comprometida desde el Acuerdo de París, el mejor escenario estima un calentamiento de 2.4º centígrados.

Recuperar la trayectoria para lograr la meta de -1.5º C requiere la reducción de GEI´s en 45% para los próximos 8 años, concluyendo que de no lograrse, enfrentaremos graves desastres climáticos.

El Plan de Sharm el-Sheikh contiene propuestas que falta definir e incluir en el reporte final, destacando las siguientes:

Tomar nota del “Reporte 2022 de las Brechas en las Emisiones” y otros reportes de la situación climática, para redoblar esfuerzos que limiten en 1.5º C el calentamiento global, con una descarbonización del 45% al 2030.

Los países del G20 son responsables del 75% de las emisiones globales de GEI´s por lo cual este reporte dedica un capítulo a analizar sus bajos resultados, conminando a los países a reforzar sus políticas y planes para establecer y cumplir metas más ambiciosas.

Enfatizar la urgente necesidad para incrementar el uso de energías renovables, diseminar tecnologías con bajas emisiones, con mayor eficiencia, incluyendo la eliminación gradual de plantas de carbón y subsidios hacia los combustibles fósiles, sin indicar metas específicas.

Proteger, conservar y restaurar ecosistemas terrestres y marinos, como los forestales, los hídricos y la protección de la biodiversidad. En este sentido, recientemente se llevó a cabo la COP15 del Convenio sobre la Biodiversidad. La cumbre de Montreal, donde se realizó la convención, cerró el acuerdo para frenar la pérdida de biodiversidad y proteger el 30% de la superficie del planeta en 2030.

Mejorar la preparación ante los riesgos climáticos incluyendo sistemas de información climática, de observación y alerta temprana.

Alcanzar la descarbonización en 2050 requerirá de inversiones del orden de 4 a 6 billones de dólares por año, requiriendo la transformación del Sistema Financiero con una visión que comprenda y priorice la emergencia climática, e incremente la disponibilidad de recursos para todas las naciones. El análisis de las reformas estructurales del sistema financiero internacional es probable que se incluya en las próximas agendas de trabajo del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.

Reconocer la importancia de involucrar en la planeación climática a gente de comunidades indígenas, sociedad civil, mujeres, y en particular jóvenes y niños como agentes de cambio

El compromiso de México:

En la evaluación del progreso del cumplimiento de los NDC´s, el Reporte 2022 de la UNEP muestra a México como el único país del G20 con metas débiles y sin dirección ni acciones para comprometer ante la ONU un año objetivo para lograr la meta de largo plazo cero-carbono, alrededor de 2050. Localmente hemos constatado que las políticas públicas van en dirección opuesta.

La buena noticia es que México presentó en la COP27 el compromiso de aumentar su NDC del 22% al 35% en la reducción de emisiones de GEI´s con recursos propios, y 40% con apoyos financieros, tecnológicos y de adaptación. La SEMARNAT en su comunicado 108/22 refiere 40 medidas, agrupadas en 3 ejes, que estiman una mitigación anual para 2030 de 88.9 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente (MtCO2e):

Soluciones basadas en la naturaleza (27 MtCO2e)

Programa Sembrando Vida (4 MtCO2e);

Incrementar a 190 las Áreas Naturales Protegidas -ANP (8 MtCO2 anuales);

Estrategia de Carbono Azul, en áreas marinas protegidas con 15 MtCO2e;

Transporte bajo en carbono (31.4 MtCO2)

Transporte con Electromovilidad, con 50% de vehículos ligeros nuevos vendidos en el 2030 sean cero emisiones; el trabajo remoto; y el fomento al transporte ferroviario;

Regulación y fomento industrial (27 MtCO2e)

Programa para la cogeneración y normatividad de la eficiencia energética (12.8 MtCO2e)

Inversión en energías limpias con el Plan Sonora (10.67 MtCO2e)

Estrategia Nacional de Economía Circular (3.5 MtCO2e)

El éxito en el cumplimiento de las metas de descarbonización para México no sólo depende del gobierno federal y los estatales, sino también del liderazgo de la industria para implementar estrategias y planes alineados a cumplir la meta cero neto de emisiones hacia 2050, incluyendo su proveeduría. Como sociedad y como consumidores, nos corresponde escoger gobiernos y empresas comprometidas con la Sustentabilidad Ambiental, Social y Financiera, ante la crisis climática que aún podemos detener. Por el bien del planeta y de las futuras generaciones no nos quedemos con los brazos cruzados.

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Ingeniero Químico. Integrante de la campaña Vida Circular. 

 

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