La medida de “QuedateEnCasa”, por recomendación e invitación de las autoridades, ha sido insuficiente. La especulación debe ser contenida con respuestas claras, más y mejor información. Información confiable. Al margen de indicadores objetivos que midan qué tanto hemos acatado la indicación de la autoridad sanitaria federal, el “QuédateEnCasa no ha impedido concentraciones humanas sin la “sana distancia”. Hace unos días, el aglomerado tianguis cuaresmal de pescados y mariscos del Mercado de la Viga, en la Ciudad de México. Desde el comienzo de la fase 2 por #Covid19, la Secretaría de Salud del Gobierno Federal y el INAI acordamos instalar mesa técnica permanente, creamos un micrositio colocado en los respectivos portales institucionales a efecto de emprender “transparencia proactiva”, yendo más allá de solicitudes y respuestas aisladas, respuestas integrales a las principales exigencias informativas de la sociedad. Una fuente de certidumbre pública. El ejercicio arrojará resultados esta semana.
Esperamos que la Secretaría de Salud, al participar reconozca la imprescindible función de informar a la sociedad más allá del reporte oficial diario de la evolución del #Covid19 y las campañas de inducción de hábitos sociales que faciliten la estrategia general como #QuédateEncasa y #SanaDistancia. La crisis por la epidemia desencadenó la instalación del Consejo de Salubridad General el pasado 31 de marzo, y declaró “Estado de Emergencia” al 30 de abril. Sin embargo, el subsecretario Hugo López Gatell ha reconocido que la restricción de actividades no esenciales, públicas y privadas puede irse hasta el próximo verano. Afloran las polémicas en la percepción social, primero, por las cifras del conteo oficial. Dado que el gobierno federal ha desaconsejado la realización de miles de pruebas por el número de millones de habitantes como se hizo en otros países, principalmente en Corea del Sur; se especula que las cifras son reducidas para la proporción de la población nacional. La identificación de cientos o miles de casos de neumonía atípica hizo especular que sean Covid19, debe haber precisiones oficiales al respecto.
Ante esas y otras especulaciones, el Gobierno Federal vino a reconocer que sigue el “modelo centinela” y que, por cada caso confirmado -cuando teníamos 3,200 aproximadamente-, habría ocho más, no detectados por el sector salud público y privado. O sea, infectados que por ser asintomáticos o haber librado en silencio las molestias no acudieron a la revisión médica. El cálculo lleva a la preocupación por las consecuencias de la propagación exponencial de esa “cifra negra”. Urge localizar a esos ocho casos en la demografía social. Por eso la insistencia de la urgencia de practicar pruebas aleatorias para detectar Covid19. De otra suerte esa porción de la población seguirá multiplicando el virus. El #QuédateEnCasa es una ecuación difícil de lograr, una parte importante de la población vive al día y no puede dejar de ir a buscar sustento. ¿Cómo desarrollar la fuerza de la autoridad frente a una suerte de desobediencia civil por sobrevivencia? Urge encontrar soluciones que eviten los extremos del autoritarismo que, se ha dicho, no se quiere acudir, pero que se tuvo que establecer inclusive en democracias consolidadas como Italia y España, mediante prohibición y sanciones a los insumisos (infractores). Algunas plataformas digitales universales han manifestado su voluntad de cooperar con los gobiernos para proporcionarles “mapas de movilidad humana” de manera periódica y permanente durante la pandemia. De esa forma se sabría cómo se está comportando la población: a dónde se dirige y en qué horarios, desde luego, se trata de un reporte que solo emplea datos estadísticos, datos anonimizados, jamás se podría identificar a personas concretas.
Urge que la autoridad pueda reconducir desplazamientos innecesarios o atentatorios a la estrategia de contención domiciliaria para reducir la propagación del virus, por la senda de la legalidad. El INAI saluda con optimismo esos ejercicios de coadyuvancia que vengan a generar certezas y a propiciar tranquilidad social. La especulación se desenvuelve cuando falta información e informadores oportunos y confiables; sin vectores de certeza, la especulación conduce a la confusión, al pánico y al caos. Información oficial para combatir la especulación.