Hace algunas semanas, realizamos en la oficina un video que recopila distintos testimonios de sobrevivencia en .

Mujeres y hombres de todos los estratos sociales y edades, incluidas niñas y niños, narran sus más difíciles momentos durante la pandemia y el confinamiento en México . La historia que teje el hilo principal de la pieza se centra en Vicky Farfán, fisioterapeuta y corredora de 63 años de edad en el equipo de atletismo “Albatros”.

“Nunca, en mi larga vida, había pasado esto de que todos estuviéramos guardados. En lo personal, me ha afectado muchísimo, porque vivo de darle terapia a esos atletas. Se me ha escaseado el trabajo, no he tenido. Me siento angustiada, me siento preocupada”.

El video ha tenido bastante eco en internet (se puede ver en el Facebook de Koloffon Eureka), y de los comentarios generados, uno llamó mi atención: “Ha sido difícil y aún falta mucho para estar bien. Pero si nos ayudamos entre todos, el resultado va a ser la belleza inesperada”.

Enseguida contacté a la autora, Rocío Pereda, y le pregunté a qué se refería con “la belleza inesperada”. “No es mi idea”, me aclaró. “Lo saqué de la película de Will Smith y le llaman así a lo que encuentras de afortunado dentro de una tragedia de la que aún no te repones. La belleza inesperada no la encontrarías si no hubieras tenido que afrontar la tragedia”.

 

Vi Collateral Beauty hace tiempo, cuyo título fue efectivamente traducido como “Belleza Inesperada”. Lo que sucede en la película es lo que narra más adelante Vicky en el video: “Pero, de repente, tengo una gran noticia de mi equipo: que todos me empiezan a ayudar, a adelantar algunas terapias, y eso para mí es muy grande. Es una muestra de cariño enorme y estoy muy agradecida con mis compañeros corredores, con mis amigos atletas y mi entrenador, porque realmente somos un equipo”.

El llanto sirve para limpiarnos la mirada y permitirnos ver esa belleza inesperada, misma que pude constatar apenas ayer en otro video que me sacó lágrimas y que también circula por las redes. José María Alonso, fabricante de veladoras, cuenta acerca del robo 40 —en tres años— de uno de sus tráileres.

La rabia con que comienza, al cabo de un instante se convierte en una evidente frustración, que acaba por transformarse en un llanto silencioso que contagió ya a millones de personas que han viralizado el mensaje.

Para su sorpresa, cientos y cientos de personas que se identifican con su dolor y tristeza de vivir a veces en este país, le han enviado mensajes y muestras de solidaridad y apoyo. Y, eso, dentro de la tragedia, tiene una parte bella. Por México, vamos a ayudarnos.

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