Vista a la distancia, una meta pudiera parecer un lugar inalcanzable.
En lo profesional, por ejemplo, la fecha de entrega de una obra, o el objetivo anual de ventas en una empresa.
Si no le quitas los ojos a ese angustioso deadline, o a aquella colosal cifra, y te enfocas más bien en los avances del mes, el panorama lucirá abrumador.
Personalmente, si hablamos de comprar una casa a plazos, o en lo que toca a la salud, si se trata de recuperarnos de algún padecimiento, el proceso es paulatino. De lo contrario, será tortuoso, sufrido y —cuando menos en nuestra cabeza— interminable. Es día a día, como dirían los doble-A.
En cuanto a los temas deportivos, como —por ejemplo— el proceso de preparación de más de cuatro meses para un maratón, lo recomendable es ir semana con semana —como lo marca el plan de entrenamiento—, y poner la mira en la distancia del sábado o domingo.
Incluso, una vez comenzada la carrera, no es recomendable ponerse a pensar en la línea de llegada del kilómetro 42, o el camino será exhaustivo.
A mí me ha resultado menos abrumador concentrarme mejor en el kilómetro que viene: “Ok, ya pasaste el uno en el tiempo que querías, ahora vamos por el dos, Paco”.
Es como le decía el Dr. Leo Marvin (Richard Dreyfuss) a Bob Wiley (Bill Murray) en la película “What About Bob?”: “No pienses en todo el camino que te separa del lugar al que te diriges, más bien tienes que dar babysteps [pasos de bebé]. Babysteps significa establecer pequeñas metas razonables cada día. Un pequeño paso a la vez para llegar adonde vas”.
La mente juega un papel preponderante en nuestra ruta a este mundo de objetivos, en el que —para bien o para mal— hoy vivimos. Y no me refiero nada más a este pensamiento positivo o actitud optimista del “yo puedo”, sino a la capacidad que tengamos de planear dentro de nuestra cabeza para lograr ser lo más efectivos posible. Desde los horarios y las actividades de la jornada, hasta visualizar nuestros próximos movimientos.
“Por ejemplo”, le explica el Dr. Marvin a Bob: “Cuando salgas de esta oficina, no pienses en todo lo que tienes que hacer para salir del edificio, sólo piensa en lo que debes hacer para salir de esta habitación. Y cuando llegues al pasillo, ocúpate de ese pasillo, y así sucesivamente. ¿Lo ves?”.
Para llegar al fin, o llegas paso a paso, o se vuelve infinito.
Estoy en todas las redes como FJ Koloffon