Arrancaron las campañas presidenciales. Hay dos estrategias confrontadas.

Xóchitl Gálvez apuesta a despertar al México que teme, llora, que busca a sus desaparecidos. También al México enfermo por falta de medicinas.

Va tras el voto, en suma, de un largo sector de la población mexicana: las víctimas.

Tiene razones para hacerlo.

El año pasado hubo 52 delitos por minuto. Victimizaron a 21 millones de personas. Van 180 mil ejecutados y 50 mil desaparecidos. El homicidio es la causa principal de muerte de jóvenes y de adultos hasta 44 años.

La salud está en coma: 800 mil murieron en la pandemia. Vivimos 4 años menos. Hay 45 millones de recetas sin surtir.

Xóchitl acertó arrancando en Fresnillo, donde el 96% de las personas vive con miedo. Lo hizo en el minuto uno: cuando la situación del país no permite descanso ni pérdida de tiempo.

Por su parte, Claudia Sheinbaum apuesta a la marca de su partido y a que se mantenga la aprobación del presidente que se va. Arranca en el Zócalo, para mostrar el poder del acarreo y ofrendar un tributo a los pies del Palacio que es casa del que manda.

Sheinbaum empieza 18 horas después porque a ella le urge que las campañas terminen. Que el tiempo pase rápido y que nada suceda para administrar su ventaja. Su juego es no cometer errores.

Pero lo hizo. En su discurso dijo que ella representa la continuidad… de la corrupción. A confesión de parte, relevo de pruebas. Aunque sobran.

De ahí su gira es una copia de la del presidente que se va. Va a Juárez, igual que él. Clona el discurso. El mensaje. Las propuestas. Hasta el tono dormilón.

Advierte: no es una demócrata. Jalonea a la candidata de su partido en la capital, mostrando un talante autoritario; refrenda su intención de destruir al INE, al Poder Judicial y a todo contrapeso que subsista.

No miente: seguirán los abrazos al crimen, la militarización. Arranca su propuesta de seguridad ayer afirmando que los delitos van a la baja. ¿En serio? 75% de la gente dice tener miedo. La mejora no cala.

De pasada, en sus propuestas dijo que en 6 años toda la educación superior será gratuita. ¿Toda? ¿Va a expropiar la universidades privadas? ¿A cerrarlas?

Morena apela a que creamos que la elección presidencial está decidida. El Frente debe convencernos de lo contrario.

Morena necesita que voten pocos ciudadanos. El Frente, una participación de más del 70%.

Morena repartió en febrero 200 mil millones de pesos para a su base. El Frente necesita convencer que el dinero no importa si se es libre, porque el dinero solo compra a quien tiene precio.

La candidata oficialista requiere no exponerse. Xóchitl necesita dar un campanazo en el primer mes de campaña. Hoy, 54% aprueba al presidente. 46% lo rechaza.

Si el Frente logra conectar con ese rechazo en estos 30 días, faltarán 60 para remontar una desventaja de sólo 8 puntos.

8 puntos en 60 días. Cuando cada punto, ojo, vale doble, porque lo que una gana se lo quita a la otra.

Vicente Fox remontó 20 puntos en su elección. Calderón 12. El presidente que va creció 30.

Se puede. Claro que se puede.

@fvazquezrig

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