La doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie ha escrito un libro demoledor e irrefutable. A manera de un extenso reportaje de lectura fácil, “Un daño irreparable, la criminal gestión de la pandemia en México” es un documento para la historia que juzgará a este gobierno, cuya miseria moral es radiografiada con ojo clínico. Concluido en los primeros días de enero y recién salido de prensas, el recuento del libro se queda en 134 mil 638 muertos. En cuestión de días acumulamos 20 mil 507 más.

Personaje central del libro, el subsecretario Hugo López Gatell, es definido por la autora como inteligente, bien preparado e informado, “que ha sabido siempre qué se tiene que hacer para impedir y detener esta catástrofe, pero ha tomado la decisión consciente de no hacerlo para afianzar su posición política”. No va más allá, pero no necesita hacerlo. La conclusión es obvia: el único responsable de la tragedia es el presidente López Obrador.

En efecto, el presidente pudo rectificar pero se negó a hacerlo. López Gatell dijo que no había evidencia para pensar en una tragedia. Dijo que la influenza era diez veces más grave que el coronavirus. Y a pesar de todas las pruebas en contra, el presidente lo mantuvo en su puesto. López Gatell dijo que la pandemia no representaba una amenaza en términos sanitarios, ni en términos sociales o económicos. Y a pesar de todas las pruebas en contra, el presidente lo sostuvo en su puesto, con elogios desmedidos. López Gatell dijo que habría 8 mil muertes y hasta 60 mil en un escenario catastrófico. Ya superamos los 150 mil decesos oficialmente aceptados, que en realidad podrían ser 280 mil. Pero a pesar de fracaso, el presidente lo mantiene en su puesto.

El libro es un recuento de los dichos de López Gatell y de los hechos que demuestran la falsedad de sus palabras. Destaca con precisión: “Controlar el número de casos que se reporta, limitando la cantidad de pruebas y la estrategia del testeo de la población, es una forma (discreta) –casi como no queriendo- pero muy efectiva de manipular los datos. Otras han sido más descaradas, como lo que ocurrió con el #semáforogate de principios de diciembre de 2020, cuando López Gatell manipuló las cifras para que la gente siguiera en las calles para las ventas prenavideñas. Quizá no sabremos nunca cuántas vidas cobró esa canallada”.

Los talibanes del gobierno y sus aliados se lanzaron contra la doctora hace dos semanas, cuando apenas empezaba a circular el libro en formato electrónico. He leído cientos, miles de mensajes, denostando a la autora, pero hasta el momento no hay quien la refute con datos y argumentos. La autora exhibe solidez en el registro, amplitud de fuentes, información contextualizada y una lógica de juicio contundente. Su libro está llamado a ser un faro en la actual polémica sobre la criminal gestión de la pandemia.

Estamos ante una verdadera tragedia. Oficialmente, México sobrepasó los 155 mil muertos por la pandemia. Los expertos calculan que, en realidad, han ocurrido alrededor de 280 mil decesos por el virus. Ese es el resultado de poner la política por encima de la ciencia, de poner las supersticiones por encima del cubrebocas. Además, México ocupa el primer lugar mundial en número de médicos, enfermeras y camilleros muertos por la pandemia. También tiene la tasa de mortalidad más alta del mundo por cada 100 infectados. Estamos en cuarto lugar mundial en número total de muertos reconocidos en la estadística del gobierno. Y por segunda vez, somos el peor país para enfrentar la pandemia, el número 53 de 53 naciones medidas.

El 28 de enero rebasamos a India en el número de muertos para volver a colocarnos en el tercer lugar mundial, donde ya estuvimos en algún momento. Ese es otro elemento que demuestra que la gestión de la pandemia en México es un verdadero desastre criminal. India tiene mil 380 millones de habitantes, es decir, diez veces más que México, y a pesar de eso, México la rebaso en número de vidas perdidas.

En algún momento, la nueva élite del poder en México tendrá que responder por esas muertes. En ese momento, el libro de la doctora Ximénez-Fivie será un testimonio imprescindible. Ojalá muchos mexicanos puedan leer el texto. Muy recomendable.

Google News

TEMAS RELACIONADOS