En nuestro país el voto electrónico no es un asunto nuevo ya que varios institutos electorales locales tienen una larga trayectoria en la realización de pruebas piloto hasta ejercicios vinculantes para recibir la votación de la ciudadanía. Los casos más emblemáticos los encontramos en Coahuila en las elecciones de 2005 y 2009, que utilizaron urnas electrónicas, al igual que Jalisco y la Ciudad de México en 2009. En 2012 esta última entidad fue una de las pioneras al utilizar el voto por internet por primera vez para la elección de la Jefatura de Gobierno.
Son más de 20 institutos electorales de diversas entidades que han utilizado estos mecanismos para acercar y familiarizar a la población con las bondades de estos instrumentos.
En la pasada elección local registrada en octubre de este año tanto en Coahuila como en Hidalgo fueron utilizadas, aunque en una proporción pequeña, urnas electrónicas para recibir la votación de las y los electores.
Para 2021, 11 entidades, de acuerdo con sus legislaciones electorales, recibirán el voto exterior utilizando para ello, a elección de las y los mexicanos que residen en otros países, la modalidad postal o bien, la vía por internet para que 9 entidades reciban el voto por gobernador o gobernadora (Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Jalisco para una diputación de representación proporcional, y para el caso de la Ciudad de México, para una diputación migrante.
Estos antecedes obligan a presentar un balance de las ventajas y desventajas de la utilización de estos mecanismos electrónicos de votación. Así, las principales bondades estarían, entre otras, en las siguientes:
• Mecanismo que permite mayor fluidez en la votación.
• Evita errores aritméticos.
• Permite obtener resultados en un tiempo considerablemente más rápido que incluso podría constituirse en el cómputo lo que podría llevar a que el Legislador hiciera diversas modificaciones al marco normativo destacando la desaparición de los programas de resultados electorales preliminares, así como acortar el tiempo en que tenga verificativo dichos cómputos, llevándolos incluso a realizarse una vez concluida la jornada electoral.
• En la conformación de estos mecanismos sería necesaria la participación permanente de los partidos políticos. Además, su proceso siempre está sujeto a mecanismos de auditoría.
• Se podría incorporar la fotografía en la boleta virtual.
• No sería necesario contar con escrutadores.
• Permitiría, en un mediano plazo, un ahorro de recursos a nuestro sistema democrático que es tan costoso, etc.
Entre las desventajas que diversos analistas han referido sobre su uso resaltan los siguientes:
• Desconfianza de un segmento de la población, generalmente los adultos mayores.
• Intromisión de agentes externos a los sistemas informáticos.
• Reticencia de partidos.
• El debate legislativo que pudiera generarse por aplicar algunas reformas en determinadas legislaciones electorales.
Como podemos apreciar, consideramos que existen elementos suficientes para arribar, de forma gradual, vigilada y consensada, hacia la utilización de estos mecanismos electrónicos que no solo revolucionarán la forma en que tradicionalmente hacemos elecciones, sino que nos colocarán en el concierto de las naciones que usan estos modelos con éxito.
Hoy la modernidad tecnológica es una realidad que nos permite optimizar tiempos y recursos y para ello, se necesitarán la suma de muchas voluntades. ¡¡¡Veremos!!!