La esencia de un sistema democrático, entre otros aspectos, es que la ciudadanía tenga la información suficiente para generar su propio criterio, para externar opiniones, para comprender diversas situaciones de nuestro entorno y el mundo, así como para su respectiva toma de decisiones. Esta forma de desenvolvimiento trae consigo que la población no solo esté informada sino pueda exigirle a quienes ostentan el poder público, el establecimiento de normas y políticas públicas en su beneficio, independientemente de las que desarrolle cualquier gobierno en los tres niveles establecidos en nuestra Constitución.
En este sentido, para que una sociedad esté plenamente informada el periodismo y los medios de comunicación juegan un papel fundamental, pues son quienes se dan a la tarea de recopilar información, datos, registrarlos, analizarlos y difundirlos a la población para que conozca de los aspectos que son de interés público.
El periodismo, en consecuencia, forma parte de ese sistema democrático donde los medios pueden ejercer su función con libertad lo que trae como consecuencia que esta noble profesión sea un referente de equilibrio en una sociedad.
Para que un periodismo sea pleno deben existir diversos aspectos que en todo sistema democrático integra, entre los que señalo solo algunos:
-La determinación en la Constitución de diversos derechos fundamentales, entre los que resaltan el derecho a la información, a la libertad de expresión, de prensa, de réplica, etcétera;
-Un marco normativo que permita el acceso a la información pública, privilegiando esquemas de transparencia y rendición de cuentas;
-La regulación pertinente para la debida protección de los datos personales;
Esquemas de protección a periodistas, entre otros.
Nuestro país, cuenta con éstos y otros elementos que harían suponer que el ejercicio del periodismo puede ejercerse plenamente y con las garantías de seguridad necesarias. No obstante, de acuerdo con información de Artículo 19, del año 2000 a principios del mes de marzo de este 2022, se tiene un registro de 151 asesinatos de periodistas en México; 139 hombres (92%) por 12 mujeres (8%). De este total 47 fueron registrados en el sexenio anterior y 31 se contabilizan en lo que va del actual sexenio.
Asimismo, y de acuerdo con el ranking mundial de Reporteros Sin Fronteras, México ocupa el lugar 143 de 180 por ser uno de los países con menos libertad de prensa. Esta clasificación mundial que se efectúa cada año, resalta que “la impunidad de los crímenes contra los periodistas continúa alimentando el círculo de la violencia” contra el gremio periodístico.
Tan solo en lo que va del año, y de acuerdo con lo reportado por diversos medios de comunicación han sido asesinados 8 periodistas por lo que es obligado insistir en la imperiosa necesidad de repensar los esquemas que han sido instituidos para proteger al periodismo en favor de recuperar la esencia de nuestro sistema democrático que ha revelado ser el que ofrece mayores garantías de estabilidad social, política y económica.
Es importante que el Legislativo por su parte, revise y fortalezca los esquemas de acceso a la información, de protección de datos personales y de los esquemas de protección a periodistas para que la transparencia en el quehacer público sea una distinción del gobierno y los periodistas puedan desarrollar su labor plenamente. Por parte del Ejecutivo, es fundamental respetar la opinión de los distintos medios de comunicación y consagrar la libertad de prensa para que, en todo caso, la réplica sea esgrimida por los causes normativos correspondientes y no a través de tribunas públicas que solo polarizan a la sociedad. Recordemos que un principio básico de cualquier líder y más tratándose del quien lleva las riendas del Poder Ejecutivo de cualquier nación, es velar por la unión de a quienes gobierna. En tanto, el Poder Judicial no debe dejar impune los diversos sucesos y asesinatos de periodistas.
Un binomio fundamental de un Estado de Derecho es un sistema democrático con una prensa libre.
Analista