Uno era futbolista de Rayados cuando abordó un avión con destino a Holanda , tenía 20 años de edad y sólo había jugado 37 partidos en Primera División. El otro aterrizó en Sevilla con 18 años recién cumplidos y apenas 39 partidos en Liga MX con el América . Los argumentos eran los mismos: “No ha madurado, tendría que haberse quedado en México para irse más rodado, le falta proceso, hubiera triunfado primero acá para destacar allá”.
Su primera temporada en la Eredivisie alimentaba la crítica por su partida; suplente habitual y alternando con el filial, apenas jugó 383 minutos, marcó solamente dos goles. Un año después, tras pagar derecho de piso y con la adaptación requerida, el talento se antepuso: 27 partidos, titular indiscutible y goleador; nueve tantos en su segunda temporada en Holanda (en todo el tiempo en México apenas pudo marcar dos anotaciones).
Estos números lo llevaron a Porto, donde —en seis temporadas— se ha convertido en un futbolista clave, al punto de recibir el Dragón de Oro por ser el mejor jugador del actual campeón portugués. El día que cumplió la mayoría de edad, recibió el premio al mejor jugador del torneo Esperanzas de Toulon , pero su verdadero regalo de cumpleaños fue su presentación en sociedad en el futbol europeo.
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Su futuro estaba escrito: volvió a México para cumplir con la formalidad de ser campeón con las Águilas y se fue. Las prisas, el deseo por verle triunfar, pero sobre todo la incesante búsqueda del nuevo ídolo, han generado un aire de impaciencia por su futuro próximo. Lo cierto es que una cesión a un equipo de menor jerarquía —que tendría que ser en España para no sufrir después con el pasaporte europeo— traducida en minutos, parecía la mejor opción, pero decidió quedarse y seguir peleando en el Betis , sabiendo que Joaquín, Tello, Juanmi y hasta Fekir o Canales, quienes han llegado a jugar por fuera, están por delante.
El Tata Martino lo tiene muy claro: “Diego es el futuro de la Selección Mexicana ”, comentaba, al tiempo que reconocía que si “Jesús anotara gol, además de lo que hace, sería algo superior”. Tras los guiños de Martino , ambos marcaron en el empate contra Algeria. Viven realidades distintas, pero el presente de Tecatito en Europa y en Selección Mexicana es el espejo donde tendríamos que mirar, para entender lo que está por venir para Lainez .
@FerCevallosF