Su llegada a la élite fue por caminos muy distintos, mientras uno ya había tocado la gloria en la diosa Cibeles levantando títulos con el Real Madrid , el otro tuvo que desempolvar al olvidado Neptuno, cuando logró que el Atlético de Madrid volviera a jugar una Champions 12 años después. La capital fue su común denominador, La Liga su hábitat natural, España su segunda patria, la pelota su modo de vida, aunque siempre con filosofías diferentes, dos tipos con ideologías muy distintas.

Catedrático del juego, enamorado del buen trato al balón, la presión alta y los términos de moda que tanto engalanan las redes sociales, un técnico de la nueva escuela, formado en ‘La Fábrica’, de buen porte, con el discurso bien aprendido, institucional y propio de la estirpe ganadora del club al que representó. Haber sido acompañante de galácticos donde rindió como un futbolista obrero le pavimentó el camino, lo puso en el mapa y le abrió las puertas para hacer de Valdebebas su academia.

Puedes leer:

Ejemplo de sacrificio, lucha tenacidad, carácter y determinación. Triunfó en su país y voló a la aventura en tiempos de San Fermín, cuando la ‘Pamplonada’ era la fiesta que la península proyectaba al mundo, él, tenía que planificar su debut en Europa con un presupuesto infinitamente inferior a los que había manejado en México , pero con el coraje de siempre. Frontal, directo, dicharachón, bravucón pero sincero, soñador con los pies en la tierra, labrador de su propio camino, encajó desde el primer día, picó piedra, trabajó y llegó a lo más alto. Una carrera de veinte años fuera de casa, en una de las mejores ligas del mundo, con paso fugaz por Egipto y Japón avalan su trayectoria, un entrenador “Old School” en su esencia, pero actualizado en su forma.

El destino disfrazado de fútbol quiso que volvieran a coincidir en el mismo lugar, esta vez en tiempo y espacio. Ironías de la Liga Mx ambos fueron tentados por América , pero la comodidad de trabajar en Monterrey y una oferta económica más atractiva fueron condiciones irrechazables proyectando una merecida jubilación en un par de años. Javier Aguirre y Santiago Solari , contrincantes en la cancha, en su escuela, en su personalidad y en su idea futbolística; Antagonistas en toda le extensión de la palabra.

 
Google News

TEMAS RELACIONADOS