Talento nato, llegó a la élite tomando Coca Cola y haciendo de Burger King una de sus comidas favoritas, no era casualidad que las lesiones le acompañaran al inicio de su carrera, en donde afortunadamente se encontró con Pep Guardiola , quien lo convenció de la importancia del entrenamiento invisible; el descanso y la alimentación como pilares fundamentales para poder explotar lo que ya traía de cuna, con dieta específica y personal trainer incluido, explotó hasta convertirse en el mejor del mundo, quizás de la historia, entrando en una conversación en la que hasta ahora solamente Maradona y Pelé se podían hablar de tú.
Producto del trabajo, esfuerzo, perseverancia y dedicación, poseedor de ese gen competitivo que marca diferencia entre lo terrenal y lo supremo, ejemplo de profesionalismo en toda la extensión de la palabra. Su carrera la ha llevado al límite de la exigencia total, relajación es una palabra que no existe en su vocabulario, personalidad firme, liderazgo puro y hasta cierto egocentrismo que lo han convertido en una leyenda. Contrario a lo que ha pregonado su eterno rival, su filosofía de vida ha sido demostrar que el futbolista no nace, sino que se hace.
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Durante más de una década se han mantenido en la élite, marcando diferencia, siendo referentes, creando una época al punto que Real Madrid y Barcelona encontraron en su duelo personal una rivalidad tan grande como la que históricamente han tenido los dos gigantes españoles; Cristiano Ronaldo y Lionel Messi , eternos que están entrando en la recta final de su carrera en donde dos jóvenes de 20 y 22 años de edad, respectivamente, están esperando el momento justo para hacer el relevo generacional que toda curva de rendimiento en el deporte profesional demanda.
Mientras Erling Haaland es la promesa de campaña que podría llevar a Joan Laporta a la presidencia del Barcelona , Kylian Mbappé es el nuevo galáctico que Florentino Pérez pretende como actor principal en la inauguración de su renovado Santiago Bernabéu . Una nueva rivalidad podría estar a punto de nacer. Difícil pronosticar, imposible sugerir, que pueda alcanzar los niveles de excelencia en duración y calidad que sus antecesores dejarán; por lo pronto sus goles en Champions despiertan un gesto de ilusión en la sucesión por el trono del futbol mundial, y es que el tiempo no perdona, es norma, vida y ley natural.
@FerCevallosF