Migrante, nómada, trabajador, talachero, mexicano, abierto, frontal, directo, carismático, dicharachero, sincero, simpático, un entrenador old school. De los pocos que quedan de la vieja guardia, pero que ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías aplicadas al futbol, porque sería imposible dirigir en el más alto nivel sin estar actualizado.
El Sevilla y el Barcelona lo desarmaron, pero siguió en pie hasta que el VAR no lo dejó cumplir con el objetivo marcado, en un partido bravo sus Pepineros le plantaron cara al Real Madrid y su nombre volvió a la palestra; sin embargo, no encontró acomodo en un mercado azotado, como prácticamente todos, por la pandemia.
Cuando aterrizó en Pamplona llegó para quedarse —más allá de que fue un trotamundos con sus aventuras por Japón y Egipto, mundialista con su selección y campeón con el Pachuca —, España ha sido su casa, La Liga su hábitat natural. En el Osasuna les enseñó lo que era Europa, después al Atlético de Madrid le regresó el gen competitivo que Diego Cholo Simeone ha transformado en títulos, se encomendó a la Pilar para salvar al Zaragoza y en el Espanyol aprendieron que cuando hay un “buen trabajo” es porque eres un “hijo de pu...”.
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Por irónico que parezca, el glamur de Hollywood toca a su puerta con la necesidad de recuperar al Chicharito futbolista —indirectamente fue Javier Hernández quien lo desarmó provocando la llegada de En-Nesery al Sánchez Pizjuán—, el Galaxy de Los Ángeles quiere crear un proyecto en torno a su jugador franquicia con un técnico que tenga el carácter que la encomienda requiere y con el respaldo de más de 11 millones de paisanos que lo avalan.
Tres años de contrato en una liga de menor exigencia, millones de dólares en Beverly Hills y rodeado por su gente en un “ México ” de primer mundo es el plan perfecto antes de una merecida jubilación, pero al mismo tiempo, desde el frío Valladolid se empieza a apuntar hacia el calor de su liderazgo para otro proyecto condenado a la lucha incansable que ha sabido lidiar.
Si las dos propuestas llegan a su mesa, lo tengo claro; Javier Aguirre tiene listo el abrigo. Apagar incendios ha sido el común denominador de su carrera, dirigir en la élite el más grato recuerdo que tendrá su herencia.
@FerCevallosF
