Atrapados en el glamur de
, no podemos, ni debemos obviar la final del torneo que creó y forjó la idea de competir entre naciones por la llamada “gloria eterna”, la competencia de selecciones más antigua del mundo. Final soñada, el clásico entre países más pasional del mundo, aquella rivalidad que se forjó con el correr de los años, convirtiéndolos en potencias mundiales; la misma que hasta el día de hoy mantiene el debate entre Pelé y Maradona como los mejores futbolistas de la historia.
Un equipo renovado, que tiene en Lionel Messi al mentor que hoy disfruta de su Albiceleste , alejado de la presión que genera el título que no llega desde aquella final de 1993, cuando Diego Simeone madrugó a la defensa mexicana en un saque de banda. La maldición rondaba, nuevamente un mano a mano, otra vez el centro delantero, como pasó con Pipita Higuaín y Rodrigo Palacio . Lautaro Martínez tuvo el triunfo frente a Colombia ; afortunadamente, apareció el mejor portero de la Premier League , rememorando a Sergio Goycochea —el ataja penaltis argentino por excelencia—, Emiliano Martínez se convirtió en el héroe que los regresó a la anhelada final, en casa del rival al que siempre se le quiere ganar... “Decime qué se siente…”.
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Con el Jogo Bonito en peligro de extinción, aparece Neymar como un sobreviviente natural, con la samba en el cuerpo, la gambeta como ley de vida, el descaro como esencia natural del juego. Lejos de aquel futbol que se practica en las playas de Río de Janeiro , en un equipo que ha primado la disciplina táctica europea sobre la esencia misma de su juego. No han vuelto a saber lo que es ser campeones del mundo, aunque mantienen su categoría en la Conmebol como el candidato de siempre. Juegan en casa y, aunque la torcida no esté en la grada, la obligación es la misma y la motivación también.
La Catedral del Futbol , su casa, pondrá de nueva cuenta a los creadores del juego con la oportunidad de volver a sobresalir en la élite, 55 años después. Enfrente, el rival camaleónico que nadie quiere tener, capaz de ejercer una presión alta para asfixiar al rival, con la calidad que suelen tener cada uno de sus elementos o con la paciencia necesaria para manejar un partido al punto de llevarlo al extremo de la desesperación, con el cero siempre en portería como regla primaria. Inglaterra , Italia , Brasil y Argentina serán los protagonistas de este fin de semana, historia que se ha escrito sola, futbol en estado puro.
@FerCevallosF