Barrio obrero, ciudad industrial al sur de Madrid , apasionada por su equipo azulón, que juega en el Coliseum Alfonso Pérez , bautizado en honor al futbolista que —si bien nació en la localidad— nunca jugó para la institución cuyo estadio lleva su nombre. Equipo humilde, honesto , forjado en las divisiones inferiores, pero que puede presumir de finanzas sanas, incluso en tiempos de pandemia.
Sabe lo que es jugar Europa, enseñándole al mismísimo Franz Beckenbauer su ubicación en el mapa, después de aquel memorable 4-4 en la vuelta de los cuartos de la UEFA. Un club que gozó y sufrió al mismo tiempo uno de los goles más Maradonianos de Messi, aquel que rememoró la gloria de Diego en México 1986, contra los ingleses en el Estadio Azteca.
Será el segundo mexicano que tratará de probar suerte en el mismo lugar, aunque con distinta gente; similitudes, pero sobre todo diferencias que auguran un mejor futuro al vivido por Oswaldo Alanís.
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Ambos llegaron procedentes del Rebeño , ambos sin pasaporte europeo, ambos con la misma ilusión, aunque con un punto de quiebre que marcó la diferencia. En su momento, el central mexicano llegaba a una de las cinco mejores defensas de España, Top 10 de Europa ; el resultado fue el esperado: su técnico en turno, Pepe Bordalás, le dio las gracias, no fue ni registrado y terminó jugando en la Segunda, con el Oviedo de Carlos Slim.
Ha vívido el sueño europeo desde que debutó en Primera División. Sabe de su talento y quiere explotarlo al máximo, pero enfrente tendrá el reto más importante de su carrera, tras haber fallado en los momentos clave.
Si bien, parece maduro para su edad, no acabó de cuajar con la responsabilidad que conlleva ser el ‘9’de Chivas. En Selección Mexicana, más allá de la r acha goleadora en la pobre Nations League , ha quedado a deber al punto que en la última gira europea, los visores que acudieron con grandes expectativas se fueron decepcionados y su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 está en duda por el bajón de juego mostrado.
Míchel confía en él,
le vio de cerca y habló maravillas cuando la Real Sociedad estuvo a punto de ficharlo. Sabe del potencial que tiene, que su techo no cuenta con límite y que su mentalidad es distinta al resto del futbolista mexicano común. Ahora le tocará devolverle la confianza en la cancha.
Europa te espera, Getafe será tu casa. Buen viaje, JJ Macías. Triunfar en la élite o regresar en el primer vuelo a Guadalajara dependerá sólo de ti.
