Leo de la formación de una nueva Liga, específicamente en Guadalajara, nada nuevo en cuanto la eterna rivalidad entre regiones de un México tan grande y vasto. Cuatro puntos cardinales tan opuestos siempre y más cuando se trata de una pasión tan grande que no alcanzamos a entender.
La gran manzana de la discordia es el futbol; el poder que da, que quita, que confunde y que lejos de ser una diversión y cumplir como una actividad lúdica de feliz esparcimiento, despierta un “síndrome de egoísmo” científicamente comprobado en los seres humanos; en unos más que en otros. En especial siendo mexicano, lo he vivido y pensé en algún momento era exclusivo y parte de nuestra idiosincrasia. Es un alivio saber que no, pero una gran decepción saber que en otros lugares se puede dominar, mientras en México no veo por dónde.
Apasionado por el futbol y en la búsqueda de un horizonte que pueda ser trascendental, sin mediar explicación, me gustaría que la Liga Genuine Santander en España, fuera un modelo replicable en todo el mundo, pero particularmente en México. Futbol para quienes padecemos una discapacidad intelectual. El futbol como herramienta de inclusión en una sociedad egoísta que ahora me entero, lo es por naturaleza. La discapacidad intelectual no se elige.
Al empezar a escribir decía yo de haber leído acerca de la naciente Asociación Nacional de Balompié Mexicano y la competencia al Ascenso MX con la creación de la Liga Balompié Mexicano.
Época de “transformaciones” en papel y no en los hechos; de traducciones, como si al “mexicanizar” o “castellanizar” un vocablo, surgiera mágicamente una organización tan codiciada. ¿Este nuevo ente dependería de la FIBA (Federación Internacional de Balompié Asociado)? ¿Su sede cambiaría de Zúrich a Guadalajara porque queda más cerca de Toluca a Zapopan? Sin ir mas lejos... ¿Se afiliaría a la FMB (Federación Mexicana de Balompié)?
¿Por qué es tan difícil ponerse de acuerdo y perseguir el bien común llamado balón? Ese sería un verdadero cambio. Que televisoras, dueños de equipos, futbolistas, medios y afición en general apoyaran esa transformación para mejorar las cosas de nuestro futbol, que cada día luce más conflictuado por ese “Síndrome del Egoísmo”.
Leo de reducción de extranjeros a cinco y sólo tres en cancha; 20 equipos, de los que cuentan 11 y por lo menos seis sedes más interesadas.
Como mi tema actual es la inclusión, ahora me regreso a pensar en la integración vía el futbol de quienes no elegimos la discapacidad intelectual, pero convivimos todos los días con ella. Todo un tema. Capacidades diferentes, también humanas en la búsqueda de dejar de estar excluidos. Un mundo más pendiente y preocupado por todos. Compartir en lugar de competir, como versa la frase en la Liga Genuine a la que habría que voltear este fin de semana que juegan en Sevilla la fase 2; 36 equipos, más de 600 jugadores. Gracias, Fundación La Liga de España.
