Somos tan radicales que pretendemos jubilar a Memo Ochoa tras el empate contra Uzbekistán... Pero también queremos depositar todas nuestras esperanzas en el Chino Huerta, luego de su muy buen debut en Selección Nacional (con gol incluido). Somos tan radicales que desmoronamos nuestras esperanzas porque el Jimmy Lozano fue incapaz de ganar en la reciente Fecha FIFA... Pero pensamos que Jordi Cortizo, con gran habilidad y “descubierto” por muchos a sus 27 años de edad, es la solución para el recambio.
Jimmy Lozano, Memo Ochoa y el resto de los futbolistas en la Selección son tan buenos o malos como el último resultado. Una verdad tan conocida como comprobada, que se potencializa bajo el escudo de la FMF. No conocemos las medias tintas, nos gustan los extremos. En 2018, nos autocandidateamos para disputar la final de la Copa del Mundo, luego de vencer a Alemania. Pocos días más tarde, tras clasificar a octavos de final gracias a la victoria de Corea sobre la misma Alemania, quisimos colgar del mástil más alto a Juan Carlos Osorio y nos consideramos un desastre.
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Jubilar, alinear, banquear y debutar, son verbos muy utilizados cuando de futbolistas alrededor de la Selección Mexicana se trata. Hoy, Ochoa porta uno de esos letreros: Más de 140 partidos, más de 140 goles recibidos a sus 38 años de edad. No hay duda, para mí, es el mejor portero en los 100 años de historia de nuestra Selección. Sin embargo, es conveniente mencionar, más allá de los ataques desmedidos tras el tercer gol recibido en Atlanta, que cada anotación le será comparada y criticada, respecto a grandes atajadas que ha realizado a lo largo de su longeva carrera. Es decir, de inmediato nos preguntamos si Memo, en algún momento, logró salvar algún remate que hoy se convierte en gol. La respuesta, normalmente, es afirmativa. A partir de ahí, se desata su cacería.
Hoy, desesperadamente se pide una renovación en el equipo de Lozano, misma que —de alguna manera— ya se ha dado, aunque con caras nuevas, a quienes se les exige solución inmediata dentro del terreno de juego. Pero también se hace evidente la nostalgia por jugadores que ejercían otro tipo de liderazgo, ya extinto, y que hoy se manifiesta de otra manera.
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La realidad es que nuestra Selección Nacional difícilmente dará un salto de calidad, como el que se desea, antes y durante la Copa del Mundo 2026. No lo escribo con pesimismo, y mucho menos con nostalgia, simplemente con la realidad histórica que nos demuestra cómo es que las grandes selecciones nacionales, que destacan a nivel mundial, han llevado largos procesos... Y estamos lejos de eso.
Somos radicales, y los extremos nos limitan la objetividad. Nuestra pasión se alinea con nuestros deseos, pero contrarresta con la historia tricolor. Nuestros siguientes rivales, Ghana y Alemania, serán otra buena oportunidad para medir las jubilaciones, debuts, alineaciones y suplentes que se pedirán.
