No es poca cosa, en una Liga acostumbrada a recibir grandes contrataciones extranjeras. De pronto, llegan dos referentes de la Selección Mexicana para ¿cerrar su carrera? En equipos mediáticos y protagonistas.
Son el máximo goleador y quien más ocasiones ha vestido la camiseta de México, a los 35 y 37 años. Han llegado a Chivas y León, respectivamente. Un lujo para nuestra Liga, un gran atractivo para nuestra afición y un material incesante para la prensa; eso representan Chicharito y Andrés Guardado.
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Dueños respetables y admirados de su pasado, con un presente capaz de generar muchas ilusiones y a las puertas de un futuro no tan incierto, si sus múltiples años en equipos y Ligas altamente competitivas forjaron la madurez para encarar esta etapa del ocaso.
Con Guardado, León apuesta —una vez más— por la motivación que produjo un gran líder, como el bicampeón Rafa Márquez, pero también se arriesga por el inaudible susurro que representó Landon Donovan. Chivas, por su parte, con Hernández apela por la reconexión que un día significó Carlos Salcido con el éxito, al levantar la copa de campeón en 2017. Pero también abre la posibilidad de repetir el terrible desconsuelo que les entregó el cierre de la carrera de Oribe Peralta, con sus colores rojiblancos.
Sí, ambos representan retos para sus clubes y enfrentan retos para sí mismos. Decir que no tienen nada que demostrar es tan sólo un falso juego de palabras. Sus monumentales números y su personalidad también son un desafío para sus rivales, quienes —una vez iniciado el partido (y tras el respetuoso saludo)— buscarán superar y no ser superados, en los duelos personales, por Guardado y Chicharito.
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Entre la última vez que ambos jugaron un partido oficial para equipos mexicanos y este regreso, han sucedido demasiados acontecimientos en sus carreras. Pero los dos tocaron la gloria y bajaron al sótano, sufrieron escándalos (uno dentro de la cancha, el otro dentro y fuera), lesiones, momentos memorables y dramáticos, malas decisiones, inolvidables retornos y páginas en blanco y negro con la Selección Nacional.
Desde aquel brillante debut mundialista de Andrés Guardado en Alemania, contra Argentina en octavos de final, hasta su partido 181, en su quinta Copa del Mundo, contra la misma Argentina, pasando por aquel penalti que se le pidió fallar en Copa Oro 2015, contra Panamá, por la inexistente falta.
Desde aquel primer gol de Chicharito en Copas del Mundo, para la victoria sobre Francia en 2010, hasta la indisciplina durante un viaje a Nueva York, en 2019, que representó su salida definitiva, pasando por su récord goleador en el Tri —obtenido en 2017— durante un partido contra Croacia.
Críticas, burlas y memes no faltan ante el regreso de estos dos cracks, en una edad donde se piensa en el retiro más que en el incremento de títulos. Representa un gran valor para la Liga MX tener de vuelta a dos futbolistas que, si algo hicieron, fue poner el nombre de nuestro país muy alto durante su brillantísima estancia en el futbol europeo. Disfrutemos y exijamos dentro de la cancha a Guardado y Chicharito, porque no son poca cosa.
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