La migración transforma la composición demográfica y cultural. También plantea desafíos a nivel social, económico y humano. Es un fenómeno de gran impacto que tiene un crecimiento significativo en los últimos años. En 2020, alrededor de 1.2 millones de mexicanos residían en otro país y de manera simultánea se recibía una creciente cantidad de migrantes de otras naciones en el territorio nacional.
En este contexto, las asociaciones civiles juegan un papel crucial para apoyar a las personas migrantes. Les ofrecen recursos, orientación y defensa de sus derechos. Estas organizaciones suelen estar presentes en distintas etapas del trayecto migratorio: desde la salida de México hasta el retorno. Incluso en los casos donde los migrantes se asientan permanentemente en otro país.
En México, donde casi el 20% de la población vive en condiciones de pobreza extrema, la sociedad civil organizada llena vacíos en el sistema de apoyo social. Facilita el acceso a necesidades básicas, asesoría legal y programas de reintegración.
1. Apoyo en el Proceso Migratorio
Asociaciones civiles mexicanas tienen la misión de proteger a los migrantes y sus familias. Se estima que la migración interna en México también aumenta, ya que más de 10 millones de mexicanos cambiaron de lugar de residencia en los últimos cinco años. Estos movimientos, que abarcan desde el cruce de fronteras hasta el desplazamiento dentro del país, muestran la necesidad de un acompañamiento social integral.
2. Asesoría y Asistencia Legal
Para muchos migrantes, la falta de documentación adecuada puede convertirse en una barrera que limita su acceso a servicios esenciales o empleos justos. En este sentido, algunas organizaciones ofrecen asistencia legal y asesoría en derechos humanos, una tarea indispensable, ya que el 17% de los hogares en México tienen al menos a uno de sus integrantes que vive en otro país. Esto implica que muchas familias mexicanas dependen de las remesas y los derechos de estos migrantes, lo que hace fundamental la labor de apoyo y defensa de estas asociaciones.
3. Reinserción y Apoyo a la Comunidad Retornada
El retorno también es una realidad para muchos mexicanos que, después de años en el extranjero, regresan a sus comunidades de origen. En 2020 cerca de 550,000 personas regresaron a México después de vivir en el extranjero. Este retorno puede representar desafíos significativos, desde la adaptación cultural hasta la reintegración en el mercado laboral local. Las asociaciones civiles, en este caso, desarrollan programas de capacitación, asesoría y apoyo psicológico que resultan cruciales para una reinserción efectiva. En un contexto donde el desempleo es una realidad para el 4% de la población económicamente activa, estos programas brindan oportunidades de integración productiva.
4. Promoción de Derechos Humanos y Sensibilización
Además de proporcionar ayuda directa, las asociaciones civiles cumplen una función esencial al promover la sensibilización y los derechos humanos en torno a la migración. Por ejemplos, fomentar el diálogo y la educación para reducir la discriminación y crear políticas migratorias más inclusivas. Este esfuerzo se vuelve particularmente relevante en México, donde la uno de cada tres mexicanos percibe que los migrantes son objeto de discriminación.
En sí, el papel de las asociaciones civiles en el fenómeno migratorio mexicano va más allá de la asistencia. Las organizaciones son verdaderos agentes de cambio. Desde proporcionar ayuda humanitaria hasta incidir en políticas públicas, su trabajo mejora la calidad de vida de miles de personas y contribuye a un entorno más justo y equitativo.
En un contexto de complejidad migratoria creciente, estas asociaciones siguen siendo pilares fundamentales para construir puentes, tanto físicos como simbólicos, hacia un futuro en el que los derechos y las oportunidades trascienden fronteras.
Experto en figuras no lucrativas