Es una tradición nacional que existe desde tiempos anteriores a la Conquista y que sabemos no es privativa de nuestro país. No me refiero al aseo personal o de objetos, sino a esa práctica que implica un procedimiento para lograr armonizar a la persona con su medio ambiente, como también expulsarle aquellos elementos que dentro del propio individuo se supone le están causando un malestar físico o mental que repercuten tanto en su salud como entre quienes se encuentren en su entorno.
Se considera también que sirven las limpias para evitar que alguien esté sufriendo perjuicios como resultado de alguna voluntad ajena se los cause.
Ahora bien, he dicho al comenzar a escribir estas líneas, que México necesita una limpia; si, asumiendo las ideas de nuestros ancestros, podemos decir ante muchas situaciones que miramos, será útil para quienes honrosamente aquí vivimos, que en México se materialice una limpia en algunos de nuestros conciudadanos.
Comenzaría con Arturo Zaldívar, quien descaradamente (sic) renunció a la Suprema Corte para incorporarse a la campaña de quien él cree será la próxima Presidenta.
Esperemos le sea útil para ubicar su comportamiento inexplicablemente exhibido desde su despacho ministerial, cuando filma y divulga un video acariciando a su perrito; atacar en un innecesario acto de traición a quien lo hizo Ministro; acogerse a que “la ley es la ley”, para renunciar como Ministro, cuando no tiene otra causa grave para justificar su dimisión, como lo exige la Constitución, diferente a sus intereses personales.
Una limpia también para los diputados de Morena y de los partidos que le son afines, para que piensen más en México y menos en la voz que sale de Palacio Nacional, y ante la tragedia de Acapulco, que es nacional, no aprueben la creación de un fondo especial para atender la emergencia, que se está viviendo en esa entidad federativa.
Esa conducta antipatriótica y deshumanizada provocó la alegría del Presidente, como él lo dijo, para estar en posibilidades, según manifestó, seguir atendiendo los programas sociales, además de que servirán el año próximo, para lo que para él tiene la mayor importancia, atender los gastos electorales que serán muchos para mantenerse en el poder a como dé lugar.
Otra limpia al joven gobernador de Nuevo León Alejandro Samuel García Sepúlveda, cuya inmadurez y protagonismo, o acaso solamente su interés económico, le ha llevado a abandonar la posibilidad de trascender como un extraordinario gobernante.
Ha preferido proceder como lo hizo su antecesor, que también buscó ser Presidente; Samuel, así lo considero, pero realmente lo hace para debilitar a la oposición y servir al Titular del Ejecutivo que siempre ha tenido frases cordiales cuando a él se refiere. El mismo Presidente llegó a expresar que vería con simpatía su postulación presidencial.
A Claudia Sheinbaum también le sería útil una limpia. Debe entender, que a pesar de que ya recibió el “bastón de mando”, que en una sui generis ceremonia le fue entregado, esta transmisión fue solo simbólica; quien sigue mandando, y aspira seguirlo haciendo mucho tiempo más, es quien se lo dio.
Por último, una limpia también para nuestro brillante corredor Sergio Pérez, quien no pudo llegar a la meta impuesta por él mismo en el pasado Gran Premio.
Por ahora, confiemos que los tiempos que vengan para México sean mejores. En principio que la decisión universitaria sea acertada, y llegue como Rector un digno y preparado académico.