El mismo señor Presidente ha expresado que los Presidentes en México están enterados de todo lo que sucede en el país, no hay persona mejor informada que el titular del Ejecutivo Federal, entonces por qué miente y lo hace con expresiones que reflejan su seguridad, como si estuviera diciendo la verdad, cuando es el primero en saber que está mintiendo.
Las elecciones del próximo domingo, por los antecedentes que diariamente se presentan, vaticinan que pueden ser violentas como ninguna otra elección federal, e incluso, él lo sabe, que en algunos lugares no se podrán celebrar.
Su temeraria y mentirosa declaración, habla también de la ineptitud de su gobierno y una declaración que motiva más la risa que a la indignación, es cuando atribuye la violencia que se vive en esta época electoral, a los gobiernos anteriores. ¿No le dará vergüenza decir eso?
Las contingencias ambientales decretadas en la capital han sido también ambiente propicio para mirar a más traidores de los que ya hemos visto y mencionado en este espacio. La contaminación daña la salud física, las traiciones la salud moral del país.
Alejandra del Moral, joven política en quien se miran cualidades relevantes para el servicio público, acaba de demostrar que carece de cualidades morales. Muy dura afirmación pero muy cierta.
La traición es de los atributos más negativos que puede tener cualquier persona. Su compañero de cualidades morales, Eruviel Ávila, festejó la deslealtad de Alejandra diciendo que la felicitaba por su valor.
¿Valor, valentía? Quizá sí, para echar por la borda cualidades superiores que nunca se deben abandonar. Se ha convertido Alejandra en la Tarpeya de Cuautitlán Izcalli.
Tarpeya fue la joven romana que les abrió las puertas a los Sabinos para que entraran por sus mujeres a Roma. Dicen que lo hizo porque estaba enamorada del Rey de los Sabinos, Tito Tacio; sin embargo los propios Sabinos, por traidora, la privaron de la vida.
Los romanos a una roca dentro de Roma le impusieron el nombre de Tarpeya, desde ahí, arrojaban a quienes traicionaban a la Patria.
A ella y a todos los convenencieros que perteneciendo por muchos años a otro partido, se han unido a Morena, creyendo que puede ganar, y ojalá, por el bien del México presente y futuro se equivoquen, les pregunto: ¿qué dirán en sus casas, a sus más cercanos que viven como viven por el trabajo desarrollado bajo una organización política diferente? Lo que es evidente es que han perdido toda autoridad moral para exigir lealtad en sus hogares.
En esta campaña se ha derramado mucha sangre de nuestros compatriotas políticos y de las fuerzas armadas, es el resultado de la torpe, ineficaz y equivocada estrategia de seguridad pública.
Quienes la ordenan e instrumentan pueden estar tranquilos, sus escoltas y vehículos blindados garantizan que los abrazos son más efectivos que los balazos.
El próximo lunes espero amanezca el país con un sol brillante y un hermoso cielo, resultado del triunfo de Xóchitl y que en el Congreso no tenga mayoría Morena, y hayan perdido varias gobernaturas, incluyendo la de la capital.
Que nuestra Patria con la unión de todos los mexicanos, sin divisiones estériles patrocinadas desde Palacio Nacional, sea como debe ser y ha sido, como dice López Velarde: “la Patria es impecable y diamantina”.