Los artículos que tengo el privilegio de escribir en este gran periódico reflejan solo mis personales opiniones y puntos de vista. En esta ocasión me haré portador del merecido agradecimiento de algunas personas al Titular del Ejecutivo Federal.

En primer lugar, he de referirme al ofrecimiento presidencial de afiliar al Seguro Social, y con eso proporcionarles servicios médicos a veinticinco mil guatemaltecos que ingresen al país a trabajar.

El Seguro Social, institución médica de una gran calidad les prestará asistencia. Obviamente los guatemaltecos que ingresen a trabajar a México deben estar muy agradecidos.

En ese mismo viaje, que aunque se hizo en aviones comerciales en algunos tramos, le resultó muy caro al pueblo, se decidió la contratación de 500 médicos cubanos que según dijo el Presidente vendrían a reforzar los servicios médicos que se prestan en el país.

Los cubanos que vendrán, le dan las gracias más efusivas a nuestro Presidente. Esta privilegiando contratar extranjeros con sueldos, que si son los mismos que se les pagaron a sus connacionales que estuvieron durante la pandemia, en años pasados, recibirán más de 140 mil pesos mensuales.

Sueldo que ningún médico al servicio del Estado percibe. De ahí su gratitud y reconocimiento de que los prefiere por encima de los médicos mexicanos.

Se han escuchado voces que afirman que esos salarios que alcanzan cifras millonarias, no las recibirán los médicos cubanos, sino que irán directamente al gobierno que preside Manuel Díaz Canel, a quien López Obrador lo ha calificado como un humanista, buen servidor público y un hombre bueno, para desmentir las opiniones de los cubanos que opinan todo lo contrario y lo califican de dictador.

El presidente cubano debe estar muy agradecido con el nuestro, por sus halagos, y también por su interés para que asista a la Cumbre de las Américas, junto con los presidentes de Venezuela y Nicaragua. La gratitud de ellos tiene que ser relevante, antepone López Obrador la posición de México ante los Estados Unidos, a su preocupación por la asistencia de esos países a Los Angeles.

López Obrador,

no considera que eso le vaya a molestar a Biden porque es un demócrata que sabrá entenderlo.

Con seguridad en Estados Unidos han de estar considerando con preocupación ese señalamiento, que se vio acompañado de la amenaza de que si no son invitados esos países, el Presidente de México no asistirá. Su ausencia con seguridad les mortificaría mucho.

Como hablamos de agradecimientos, hemos de considerar que también están muy agradecidas las personas que presuntamente son delincuentes. Ya lo dijo el Presidente, la expresión “abrazos no balazos”, ahora se mira vigorizada con la afirmación, desde Palacio Nacional, que así como le interesa la vida de las fuerzas armadas, también le preocupa la de las bandas criminales.

Enhorabuena para ellos que deben agradecidos al Presidente, tomar conciencia que pueden perseguir a los soldados, humillarlos, hacer que nuestro respetable ejército se doblegue ante ellos, porque no pueden ejercer ningún acto de violencia en su contra.

Preocupante, independientemente de los merecidos agradecimientos al Presidente de los grupos mencionados, extranjeros y delincuentes, que haya olvidado sus obligaciones constitucionales: preservar el orden; entender que el Estado puede legítimamente ejercer la violencia y atacar la impunidad.

Compromisos que no son ni neoliberales, ni de los conservadores, ni de los fifies (no fifís), sino obligaciones legales y patrióticas.

Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM. 

 

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