La semana que apenas terminó, ha sido una semana en la que nuestro gran país ha vivido distintos hechos singulares.
Uno de ellos, fue la solicitud de órdenes de aprehensión en contra de investigadores y personal de una de las instituciones de cultura más importantes. Lo trascendente es que se les acusó de delitos que normalmente son cometidos por organizaciones criminales.
Asimismo, es lamentable la forma como han sido tratados los investigadores y científicos tanto por el Presidente de la República en las conferencias mañaneras, como por la Fiscalía General, que transgrediendo el principio constitucional de presunción de inocencia han calificado el comportamiento de las personas mencionadas en la denuncia presentada por el Conacyt, como corrupto e ilegal sin que exista todavía razón jurídica.
Solo se ha terminado con la investigación que en el Código Nacional de Procedimientos Penales, se llama “investigación inicial”, y con base en ella, se solicitaron las órdenes de captura.
Sin embargo, al no estar debidamente fundamentadas, el Juez al que se le solicitaron, las negó; lo grave y preocupante es que se volvieron a solicitar y volvieron a ser negadas, y ha habido declaraciones de esa Institución de que se pretende volverlas a pedir, y entre otros delitos, se están requiriendo por delincuencia organizada.
Muchas han sido las voces que se han escuchado en contra de esa solicitud, a la que el Rector de la UNAM, con energía y valor señalo como un “despropósito” además de “inconcebible”. Enhorabuena que se haya pronunciado en ese sentido.
Necesitamos autoridades que por supuesto apliquen la ley, y lo hagan con energía para evitar la impunidad que lamentablemente la tenemos invadiendo el territorio nacional. Lo anterior no implica que se pretenda calificar como conductas de la mayor peligrosidad actos sin que hayan sido investigados.
Como que a personas que prestan sus servicios en un organismo que creado por Luis Echeverría, en diciembre de 1970, para promover el avance de la investigación científica, se les pretendiera internar en un centro en el que se encuentran personas consideradas de una elevada peligrosidad.
La condena en contra de esas solicitudes de órdenes de aprehensión fue externada por una destacada militante del Partido en el poder, la señora Jefa de Gobierno de esta ciudad.
Hasta el PRI, al que ahora miramos como aliado del gobierno, con su silencio ante muchas acciones y omisiones oficiales que merecen ser observadas, hizo una tibia crítica en voz de la senadora Paredes, junto con los Partidos que si actúan como Partidos de oposición, el PAN y el PRD.
En los poco más de tres años que le quedan a este gobierno que positivo y útil sería para la salud de la República, que el Presidente dejará de atacar, confrontar, dividir y creer que de esa manera se pueden alcanzar las metas positivas que deseamos para la Nación.
Para terminar repito que los universitarios nos sentimos orgullosos de nuestro Rector, quien ojalá platicara con su amigo el Embajador en la ONU, para que le hiciera ver al Titular del Ejecutivo las muchas equivocaciones que se están cometiendo.
Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM