Entre las fechas cívicas relevantes de nuestro calendario tenemos el 15 de mayo que se dedica a homenajear y recordar a los maestros de todos los niveles por las tareas que desempeñan; por su vocación de servicio y la trascendencia de su trabajo en beneficio de la sociedad.

Es indudable que la vocación de servicio, como la preparación misma de los docentes, en la actualidad, en muchos casos lamentablemente, es diferente a las cualidades y compromiso social que tenían en épocas pasadas.

Sin embargo, eso no debe impedir ni es razón para que se deje de recordar y reconocer su tarea fundamental en la preparación de sus alumnos y en la difusión de la cultura.

En todos los países del mundo hay una fecha dedicada a ellos. En el caso de México, el 15 de mayo se estableció como “Día del Maestro” en 1917 por Venustiano Carranza. Se escogió esa fecha en recuerdo a la toma de la ciudad de Querétaro, que estaba en poder de las tropas francesas en la intervención que impuso a Maximiliano.

Se consideró que si esa fecha se había hecho triunfar la fuerza de la soberanía nacional, era propicio se recordara a los maestros, que con su diaria tarea instruían en los valores nacionales que implican la presencia de nuestra identidad nacional.

Posteriormente, en 1943, en la Conferencia de Ministros de Educación de América celebrada en Panamá se decidió que se dedicara a los maestros el once de septiembre, en recuerdo al fallecimiento del educador argentino Domingo Faustino Sarmiento.

En 1994, la Organización de las Naciones Unidas decidió que el cinco de octubre se dedicara a celebrar a los docentes.

En el caso de México, desde que fue establecido por Carranza, se ha mantenido la fecha del 15 de mayo como Día del Maestro.

Las tareas educativas se encuentran reguladas por la Secretaria de Educación Pública, dependencia del Ejecutivo Federal que ha tenido brillantes ciudadanos al frente de ella.

Sin hacer una mención de todos los que han tenido esa responsabilidad y que se trata de mexicanos destacados y brillantes, podemos mencionar, con Porfirio Díaz como Presidente, a Justo Sierra, cuando se llamaba de Justicia e Instrucción Pública; con Roque González Garza a Ramón López Velarde; con Venustiano Carranza a Félix Fulgencio Palavicini.

En 1920 cambió de nombre para identificarse como hoy la conocemos, su primer Secretario fue José Vasconcelos. Posteriormente fueron nombrados en esa responsabilidad, entre otros, Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez, Víctor Bravo Ahuja, Jesús Reyes Heroles, Miguel González Avelar, y otros y otras más, que sin tener mayores méritos intelectuales, fueron designados por razones estrictamente de carácter político.

Para terminar, hago una invitación a quienes generosamente nos han leído. Recordemos a nuestros maestros, a quienes, desde la primaria y pasando por las distintas etapas de nuestra formación hasta llegar a los estudios superiores que hayamos cursado, estuvieron a nuestro lado, evoquemos su presencia y, con ella, hemos de trasladarnos a nuestros salones de clase, y a recrear en la memoria, los siempre gratos momentos que hayamos vivido en las aulas.

Oigamos la campana que nos llamaba a recreo, y la que marcaba el final de la jornada, y con esos sonidos gratos desde donde estemos y donde ellos, nuestros maestros estén, abracémoslos con cariño y agradecimiento.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS