Este 10 y 11 de noviembre, el Foro de la Paz de París reunirá por sexto año consecutivo, a jefes de estado, organizaciones internacionales, representantes de la sociedad civil y del sector privado, con un objetivo claro: forjar un camino hacia la paz en un mundo afectado por tensiones y rivalidades, facilitando el diálogo y creando coaliciones orientadas a la acción.
En esta sexta edición, nuestro programa Knockout: No Tires la Toalla ha sido seleccionado como una de las 5 mejores prácticas a nivel global en materia de construcción de la paz e inclusión a través del deporte. Con más de una década de historia, es un esfuerzo implementado por Red VIRAL, el Consejo Mundial de Boxeo, y la Fundación para la Reconciliación (E.S.P.E.R.E). Su enfoque es claro: contribuir a la reinserción de las personas privadas de la libertad (PPL) a través de la práctica del boxeo, la atención integral de las emociones, el acercamiento familiar, el perdón, la reconciliación, el fortalecimiento de habilidades para la vida y la atención post-penitenciaria.
Las cárceles, lejos de brindar herramientas para volver a integrar en la sociedad a aquellos que han cometido un delito, perpetúan el estigma y la marginación en los que viven algunos sectores. Se trata de un espacio que refuerza la exclusión y que castiga. Sin embargo, el maltrato no reinserta a nadie; al contrario, aumenta sentimientos como el rencor, la venganza, la ira y el miedo. Uno de cada cuatro liberados vuelve a cometer delitos.
La mayoría de los victimarios fueron víctimas. Nadie puede lograr una reinserción efectiva sin sanar antes heridas, traumas y rencores. Es por ello que Knockout brinda habilidades para la vida a través de la enseñanza del perdón y la reconciliación. Este componente busca, por un lado, la resolución pacífica del conflicto; por el otro, que los PPL restauren vínculos con ellos mismos y con su entorno. José, quien lleva diez años en prisión, señala: “Perdonar fue importante, sobre todo poder perdonarme a mí mismo y a los que me hirieron.”
El boxeo, por su parte, se practica de 3 a 5 veces por semana a través de sesiones guiadas por campeones mundiales, lo que genera sentido de pertenencia, disciplina y autocontrol, además de reducir el estrés y la ansiedad. Alejandro, beneficiario del programa, señaló: "A pesar de tener tres años de sentencia por delante, los cambios que poco a poco he logrado con Knockout, me hacen sentir más libre que nunca".
Carlos, por su parte, mencionó: "Me sentía solo, triste, pensaba que no merecía ser feliz y que a mis 38 años era un cascajo rechazado. Llevo un año en el programa y cada vez que voy a alguna de mis clases, me siento feliz. Cada vez que mi condición de PPL en abandono me da para abajo, recuerdo que pertenezco a la familia del WBC. Con Knockout he aprendido que de rocas feas y deformes, se extraen hermosos diamantes".
Expertos terapeutas se encargan de complementar la formación deportiva con terapias cognitivo conductuales y talleres psicoemocionales a nivel individual, colectivo y familiar. Reestablecer la red de vínculos de los participantes es fundamental, por ello, cada martes contamos con videoconferencias de diversas personalidades acompañadas de dinámicas familiares. Celia, hermana de Luis, quien lleva más de 20 años en prisión, comenta: “Mi hermano es otra persona. Ahora él me da consejos a mí. Espero que este programa se replique en todas las prisiones”.
El programa también ofrece atención post penitenciaria a través de la formación y la certificación de la Universidad del Consejo Mundial de Boxeo. Recientemente 50 PPL y liberados del Edomex se graduaron, los primeros convirtiéndose en replicadores al interior de los penales, y los segundos usando esta herramienta para el autoempleo afuera.
Knockout: No Tires la Toalla ha impactado a más de 6,000 personas, y resultados contundentes respaldan su efectividad: de acuerdo con evaluaciones experimentales el 100% de los participantes mejora su autoestima y sus relaciones familiares, y más del 90% logra superar sus adicciones.
El Foro de la Paz de París reconoce internacionalmente a Knockout como una posibilidad de repensar y renovar el sistema penitenciario. Nuestro trabajo es ofrecer una oportunidad para aquellos que, quizás, nunca la tuvieron. Son familias, rostros, nombres y apellidos. Historias de vida. Futuros. Como dice Pablo, interno en Tenango del Valle: “Al pegarle al costal, siento que vivo en otro mundo, que mi corazón es libre”.
@EuniceRendon