Convocados por las organizaciones Agenda Migrante y Fuerza Migrante y acogidos por la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX y su presidenta, esta semana en el marco del Día Internacional de la Migración, se presentaron consejos prácticos de lo qué se debe hacer en materia migratoria de cara a la nueva presidencia de Donald Trump en Estados Unidos. Las recomendaciones surgen de un esfuerzo conjunto entre expertos del Observatorio de Estudios Binacionales de la UNAM, la Universidad Iberoamericana, Columbia University, GUGAMS de Georgetown, Harvard, American y CUNY University, así como líderes migrantes de ambos países, organizaciones binacionales de la sociedad civil como AMEXCAN, América Sin Muros y COFEM, organismos internacionales, abogados expertos en materia migratoria y funcionarios, entre otros.
Uno de los temas que más preocupa con el regreso de Trump es el perfil de los potenciales deportados. Para lograr las cifras que prometen, deberán ampliar el perfil, como ya lo hizo en un primer mandato, es decir no basta con aquellos que han cometido crímenes graves o migrantes que en el intento de ingresar los detengan y regresen, sino que existe el riesgo de que consideren también a aquellos que cometan faltas administrativas, delitos menores, juventudes binacionales con el estatus migratorio especial DACA, personas sin récord criminal, familias de estatus migratorio mixto e hijos de padres indocumentados.
Los expertos recomiendan contar con asesoría legal preventiva, apoyada por redes de abogados y organizaciones de defensa de derechos civiles con amplia experiencia en Estados Unidos como AILA y ACLU. Aprovechar la cuarta y la quinta enmienda que prohíben los registros, incautaciones irrazonables y arrestos, así como detenciones que no respeten el debido proceso.
Informar de manera didáctica el abc de los derechos de las personas migrantes y realizar planes preventivos ante los diversos perfiles de connacionales con posibles casos de deportación o trámites pendientes en el vecino país del norte. Es necesario que la red consular mexicana cuente con recursos humanos y materiales para fortalecer estas acciones y expandir la labor más allá de las oficinas diplomáticas.
Otra de las propuestas fue poner en marcha de una estrategia de empoderamiento de nuestra comunidad migrante. A pesar de que existen más de 40 millones de personas de primera, segunda y tercera generación de origen mexicano en la Unión Americana y de que aportan cerca del 10% del PIB de ese país, esto no se ha traducido en una mejora en los derechos, políticas y acciones a favor de nuestros connacionales. Apoyar a juventudes binacionales como los dreamers en sus carreras educativas con becas y mentorías y lograr que se inserten en el mundo empresarial, educativo, gubernamental y político de ese país en el mediano plazo es clave.
Debemos, igualmente, contrarrestar narrativas estigmatizantes. Articular una estrategia de comunicación de 360 grados, innovadora e integral en ambos lados de la frontera para sensibilizar a la población en general y mostrar evidencia sobre el impacto positivo de los migrantes en la sociedad, la economía y la cultura.
De cara a la amenaza de deportación masiva, se pide al gobierno mexicano contar con un modelo empático, seguro, humano y ordenado para el retorno, que contemple la diversidad de perfiles de los retornados. Debe incluir atención emocional, documentación, certificación de habilidades, integración educativa, social y laboral, así como alianzas con diversos sectores. Es esencial crear un registro nacional de migrantes retornados para monitorear su situación y garantizar el acceso a servicios básicos.
Finalmente, se recomendó fortalecer la relación bilateral con Estados Unidos con un enfoque multidimensional que integre actores académicos, sociedad civil, empresarios y legisladores de ambos países, evitando concentrar el peso solo en lo federal. El gobierno mexicano debe contar con un equipo de negociación integral en migración, comercio y seguridad. Priorizar una diplomacia humanitaria que defienda los derechos de los migrantes sobre enfoques de securitización al tiempo de evitar la deportación de personas de otros países a México, a menos que se pidan recursos para una gestión migratoria adecuada.
@EuniceRendon