Han pasado ya dos años de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente la pandemia derivada por el SARSCov2. Este problema de salud pública global generó una crisis sanitaria sin precedentes en las últimas décadas que impactó severamente a las economías de los países y la forma de vida de todos los habitantes del planeta.
México no fue la excepción. El sector pecuario, uno de los pilares que sustentan y dan vida a la economía de nuestro país, ha sido ejemplo de resiliencia por su capacidad de respuesta y adaptación al cambio.
En abril del 2020, y ante la necesidad de dar seguimiento a las operaciones del sector y generar certidumbre sobre el abasto de los productos cárnicos durante la contingencia, surge la agrupación México Unido Proteína Animal (MUPA), conformado por los organismos líderes que representan a los principales productores y procesadores de carne de res, cerdo y ave del país: la Asociación Mexicana de Productores de Carne AMEG; la Asociación Mexicana de Establecimientos Tipo Inspección Federal (ANETIF); la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG); el Consejo Mexicano de la Carne (CoMeCarne); Exportadores Mexicanos de Carne de Cerdo y Cárnicos Afines (Mexican Pork); Mexican Beef Exporters Association (MBEA); la Organización de Porcicultores Mexicanos (OPORMEX) y la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
MUPA en conjunto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, comandada por el Dr. Víctor Villalobos Arámbula , diseñaron e implementaron las estrategias para garantizar la estabilidad de este sector, poniendo en el centro a los más de 80 mil colaboradores del sector cárnico que día con día operaron de manera comprometida para que las familias mexicanas pudiéramos gozar en todo momento de productos cárnicos de alta calidad, inocuos y nutritivos en nuestras mesas.
Sin importar el tamaño del desafío y gracias a estos esfuerzos, el sector cárnico se consolidó en 2020 como pilar del sector agropecuario mexicano con números positivos, logrando mantenerse como uno de los principales motores de la economía, representando el 24% del PIB de la industria alimentaria, así como el 32% del PIB Agropecuario.
A dos años de su creación, el trabajo de MUPA sigue vigente y ha logrado rebasar el propósito inicial que le dio vida. Con el paso del tiempo, ha fortalecido su liderazgo y se ha convertido en un instrumento promotor de la cadena de valor de la proteína animal de origen cárnico. En diciembre del año pasado y en un evento sin precedentes, se realizó el “Primer Foro MUPA: fortaleza del sector cárnico” cuyo objetivo fue abrir un espacio de diálogo y reflexión para analizar los grandes retos y oportunidades que enfrentamos, así como las principales estrategias que se deben impulsar para incrementar la presencia de productos cárnicos mexicanos en otros países.
El 2022 sigue retándonos, ahora a través de un panorama complejo y lleno de desafíos. Si bien, la pandemia del COVID-19 nos está brindando una tregua al final del primer trimestre del año, también es cierto que estamos enfrentando un contexto internacional sumamente complejo generado por del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y los altos índices de inflación generalizados en el sector de alimentos a nivel mundial.
Los costos de los energéticos están subiendo considerablemente a raíz de la guerra entre Ucrania y Rusia y el incremento de los precios de hidrocarburos como el gas y el petróleo encarecerá los costos de producción y de flete. Otros insumos para el sector agroindustrial, como el trigo, el maíz y los fertilizantes también han registrado alzas en sus precios. Es probable que, si no actuamos de manera estratégica y determinada, estos incrementos puedan verse reflejados también en los productos cárnicos.
Es por ello, que hoy más que nunca, México requiere un sector pecuario fuerte, que camine en una sola dirección, unidos en torno a establecer una estrecha coordinación con los diferentes niveles de gobierno para fortalecer acciones que nos permitan continuar asegurando el abasto oportuno y accesible de nuestros productos, a la vez de promover el consumo de la proteína animal de origen cárnico como parte de una alimentación saludable y nutritiva.
MUPA sigue apostando por esta visión y reitera su compromiso a largo plazo de seguir trabajando en ese sentido.