Es bien sabido que un buen campeón chico nunca le ganará a un buen campeón grande. Y cuando digo “chico” y “grande”, no me refiero a la estatura boxística, sino a las divisiones de peso, y cuando se habla de la posibilidad de que se enfrenten , siempre diré: “Pobre Crawford”.

Como excepción, Manny Pacquiao le propinó una golpiza a un Óscar de la Hoya más grande en cuanto a división y peso, pero recordemos que el filipino no es humano, es “marciano”, por los retos que alcanzó, a pesar de ser un peleador pequeño.

Pero Pacquiao es Pacquiao y no creo que Crawford, quien —por cierto— la pasó mal con Madrimov, pueda con Canelo.

¡Ah! Olvidaba decirles que el Pac-Man literalmente retiró al Golden Boy.

Turki Alalshikh ha sacudido al mundo del boxeo, literalmente a billetazos, y uno de sus caprichos es enfrentar a Canelo y Crawford; sin embargo, Saúl Álvarez no ha caído ante el dinero árabe, argumentando que él ya tiene suficientes dólares y que, si quieren negociar, no sería bajo las reglas de Alalshikh, sino bajo las reglas del tapatío.

Por su parte, Crawford literalmente ya es parte de los boxeadores que están en el “establo” de Alalshikh. Ha gritado a los cuatro vientos que celebra trabajar con el prominente árabe.

Sin embargo, independientemente de cómo maneja cada quien su carrera, el dinero y el que Alalshikh esté involucrado, no sería impedimento para que el morboso combate se realice.

Canelo camina con foja profesional de 62-2-2 y 39 anestesiados; Terence Crawford, por su parte, ostenta un récord de 41-0 y 31 nocauts.

Hoy en día, Saúl Álvarez tiene 34 años, por 37 de Terence, y en el departamento del poder, el tapatío tiene 63% de efectividad, por 76% del oriundo de Omaha, Nebraska.

Tanto el mexicano como el estadounidense han sido indiscutibles; Canelo en supermediano, Bud en las 140 y las 147 libras. Curiosamente, los dos se convirtieron en los primeros en conquistar de manera indiscutible las divisiones anteriormente mencionadas.

En mi opinión, Canelo es amplio favorito por su larga estadía en las 168 libras y, a pesar de las presiones que se pudieran dar, nunca bajaría a los medianos nuevamente. Es verdaderamente imposible a estas alturas de su carrera.

Así que, si se llega a dar este combate, Canelo noquearía a Crawford, y quizá de fea manera. Recuerden: Un buen peso chico nunca le gana a un peso grande.

¿Ustedes qué opinan?

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