Cuando se habla de boxeo mexicano, inexorablemente se habla de éxito, de grandeza, de historia y de leyendas, sin embargo, muy pocos grandes campeones mexicanos pueden presumir el haber conquistado tres distintas divisiones en cuanto al peso se refiere.
Julio César Chávez, Erik “Terrible” Morales, Marco Antonio Barrera, Jorge “Travieso” Arce, Fernando “Kochulito” Montiel, Leo Santa Cruz, Abner Mares y Canelo Álvarez son algunos de los legendarios boxeadores mexicanos que han logrado reinar en tres diferentes divisiones de peso, y ahora un chamaco de San Juan Zitlaltepec, Estado de México buscara esta hazaña el 3 de febrero en Glendale, Arizona.
Emanuel “Vaquero” Navarrete es un ser humano que apasiona, sus distintos matices y estilo único en el cuadrilátero hacen del joven campeón mexicano un peleador que derrama educación y amabilidad, además de un fino trato, sin embargo, ya en el ring, Navarrete es una amenaza para cualquiera en el encordado, allá arriba es despiadado y diría yo que casi imposible de descifrar en cuanto a su manera única de pelear, literalmente en un santiamén Emanuel puede cambiar el rumbo de la pelea a su favor.
Navarrete Martínez, aun viniendo de momentos aciagos y complicados, puede acabar de un solo golpe el combate, esto por la manera en que ataca, sus embates son casi imposibles de adivinar, descifrar o contrarrestar.
Antes de que desafortunadamente se lesionara Óscar Valdez, el rival de Navarrete era el orgullo de Nogales, Sonora ellos disputarían el cetro vacante de las 130 libras versión OMB, pero la lesión del exmonarca 126 y 130, nos dejó con las ganas de ver una historia batalla entre dos de los más aguerridos y queridos mexicanos de los últimos tiempos, pero no me queda la menor duda de que los dos se medirán en el entarimado algún día.
Ahora Navarrete tiene como rival a un guerrero australiano que camina con récord de 11 victorias, 1 descalabro y con 7 anestesiados, sus números quizá no nos dicen mucho, pero no olvidemos que los australianos son de garra y no se saben rajar, como referencia ahí están los Moloney y Kambosos Jr, por mencionar a algunos.
El hijo pródigo de San Juan Zitlaltepec tiene en sus manos, o mejor dicho en sus puños, el lograr su tercera división, hace días platiqué con él en el marco de la muy profunda soledad que ofrece el Centro Ceremonial Otomí, esta concentración en las alturas del Estado de México, me dejaron ver a un “Vaquero” más maduro, con un rostro y gesto adusto, que me revela sin duda que se va a subir como nunca antes, con un hambre desmedida y la mejor preparación de su historia a sus espaldas.
México debe prepararse para celebrar, pues en mi opinión, durante la velada que ofrece Top Rank el 3 de febrero en Arizona, los mexicanos tendremos otro campeón del mundo en 3 distintas divisiones.
Seguramente en San Juan Zitlaltepec van a celebrar como la fiesta del pueblo la entrada de su hijo pródigo a ese selecto grupo de legendarios guerreros aztecas con 3 divisiones, que serán inmortales.