La noche del 13 de mayo del 2022 , quedará grabada por siempre en la memoria del boxeo mexicano, pues lo que parecía una enorme oportunidad de brindarle una nueva alegría al pugilismo azteca, se convirtió en uno de los capítulos más dramáticos y dolorosos para el público boxístico mexicano , Alejandra “La Fénix” Ayala que partía rumbo a Glasgow, Escocia con toda la ilusión del mundo de convertirse en campeona del mundo y con la mejor preparación de su vida, no solamente perdía por nocaut técnico ante Hannah Rankin, sino que terminaría en un hospital donde paso 10 días en terapia intensiva, en coma inducido y casi 2 meses internada.

Una desgracia, que incitó a unos cuantos desgraciados a publicar inmersos en su falta de escrúpulos, la noticia de que Alejandra había muerto, sin embargo, ni los desalmados y cobardes de las redes sociales y su hambre desmedida de buscar vistas, lograron vencer al espíritu indómito de “La Fénix”, quien, por cierto, no podría tener un apodo más adecuado, pues literalmente, regreso de las cenizas y se convirtió en leyenda.

El viacrucis de Alejandra mientras se encontraba inconsciente, fue muy doloroso para sus padres quienes estuvieron en todo momento a su lado en Glasgow, Escocia, desde Tijuana y sin dejar de tener contacto un solo momento con la familia de la peleadora, Israel Quintero , su pareja, nos informaba de la situación y la evolución de la guerrera mexicana.

Los momentos más confusos, críticos y realmente dolorosos, fueron cuando de manera irresponsable se publicó que Alejandra había perdido la batalla, inmediatamente cruzábamos información con el Dr. en nutrición Marco Antonio Pérez, parte del equipo de Alejandra y con Israel Quintero, quien inmediatamente nos dijo lo siguiente:

“Ojalá y todos tuvieran la sutileza de preguntarle a uno, no hay bronca, para no andar dando notas amarillistas, y lucrando con el dolor de la gente que la quiere, ya sabe a lo que me refiero. Alejandra está peleando todavía, gracias a Dios todavía está viva y está peleando, está estable, pero está en terapia intensiva, a ver como reacciona a la operación”.

Alejandra Ayala fue internada el 13 de mayo, el mismo día de la pelea y salió del nosocomio el 1o de julio, 49 días después.

10 días en coma y un total de 49 días en el hospital, que sin duda fueron eternos para los familiares, pero para los doctores realmente fueron pocos por la enorme respuesta y rápida respuesta y recuperación de la guerrera avecindada en Tijuana, literalmente el despertar y el como despertó Ayala, nos hablaba de un milagro incluso para los galenos que la atendieron día y noche en Europa y no daban crédito de lo qué fueron testigos, simple y sencillamente el caso de Alejandra es algo realmente milagroso.

El miércoles 20 de julio platiqué por mas de 1 hora en entrevista por video con una Alejandra recién llegada a Tijuana, al escucharla y verla tan bien y llena de vida, no pude contener el llanto, un llanto que me llevaba a recordar el día que los cobardes y carentes de escrúpulos “la mataban”, en redes sociales, pero nadie sabía, salvo Alejandra, que su espíritu indómito, era mas grande de lo que todo el mundo imaginaba.

Durante la charla descubrí a una radiante y llena de vida Alejandra Ayala, sonreía, celebraba la vida, se mostraba sumamente feliz de estar de regreso en Tijuana, pero lo que mas me llamó la atención, fue el que ella estaba determinada como lo dicta su carácter, a vivir plenamente cada instante de su vida y todo transformarlo en positivo.

Habló de la pelea, nos explicó el proceso tan complicado de las terapias, pero la constante es que no hubo una sola queja de nada y por nada, de hecho, se refirió a su rival de manera muy respetuosa y dijo lo siguiente: “Si ella hizo algo indebido durante la pelea, ese es problema de ella, no mío, yo estoy en paz con todo”.

Pocas veces recomiendo mis entrevistas, pero en esta ocasión, me veo obligado a hacerlo, pues la charla con Alejandra “La Fénix” Ayala, es imperdible, es un ejemplo de vida, pues hablamos con alguien que literalmente regresó, de un regreso… que parecía imposible.

Celebro tu vida querida Alejandra y espero que sigas al pie de la letra la encomienda que Dios tiene para ti, pues no me cabe la menor duda de que si lograste regresar de lo “imposible”, lograrás impactar a la gente, para que se atreva a realizar cosas “imposibles”.

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