Cada vez es más común que los boxeadores busquen la posibilidad de trabajar por su cuenta, sin una promotora que les maneje la agenda. Nombres de la talla de Mikey García, “ ”, Terence Crawford, Gilberto “Zurdo” Ramírez y -desde hace algunos días- Andy Ruiz Jr., son algunos de los peleadores que han decidido labrarse su destino no sólo con los puños, sino también negociando y dirigiendo el destino de sus carreras con sus representantes y equipo cercano.

De ninguna manera, podemos decir que todas las promotoras le hacen daño al boxeo; sin embargo, tenemos que reconocer que las prácticas de algunas, cercanas al monopolio y actos “mafiosos”, han dañado al boxeo y la carrera de algunos peleadores.

Recientemente, disfrutaba de las cuatro entregas que Showtime atinadamente produjo, llamadas “ The Kings ”, serie documental dedicada a los cuatro grandes: Sugar Ray Leonard, Marvin “Marvelous” Hagler, Thomas “The Hitman” Hearns y Roberto “Mano de Piedra” Durán. En aquellos años, cuando estos “monstruos” dominaran el boxeo, no se movía un dedo sin que Bob Arum y Don King lo permitieran. Era un dominio total de estos legendarios e históricos promotores, que si bien aportaron enormemente a la época de oro, seguramente también se quedaron el pastel para ellos.

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Hoy en día, el boxeador no es sólo un producto. Los grandes atletas diversifican sus carreras, convirtiéndose en hombres de negocios que en ocasiones generan más dinero abajo del encordado que arriba; incluso, se preocupan más por sus finanzas que por sus parrandas. Son atletas integrales que generan una imagen que vale oro y -por encima de todo- hoy no se dejan amedrentar y manejan sus cortas carreras.

Hoy, el legado de Arum y King es prácticamente imposible de superar. Eran otros tiempos, donde realmente no podías “meterte” con ellos, pero es innegable que -a pesar de ciertas prácticas de monopolio- en su momento lideraron un mundo de mafias, traiciones y deslealtades, en un deporte que es sucio por naturaleza y con reglas a modo para los intereses del momento; sin embargo, sin ellos dos nunca se hubieran dado peleas de época, como “Thrilla in Manila” la tercera entre Ali y Frazier o la de “The Brawl in Montreal”, la primera entre Leonard y Durán.

Tenemos mucho que aprender de Arum y King, pero vivimos una época de poca credibilidad en el boxeo, pues las televisoras y servicios de streaming lo tienen “secuestrado”. Me explico: El público siempre querrá ver al mejor vs el mejor y desafortunadamente en la época actual es imposible, debido a los contratos televisivos que tienen los peleadores. Ejemplo claro es lo que pasó con la tan deseada pelea entre Jaime Munguía y Jermall Charlo . Uno milita en PBC, que tiene salida mayormente en Showtime y Fox, y el otro es parte de los peleadores de DAZN, y debido a esta “guerra” de derechos de transmisión, simplemente la pelea no se dio.

Quisiera estar completamente equivocado y nada me daría más gusto al saberme traicionado por mis instintos, pero hasta el momento en el que escribí estas líneas, mis entrañas me dicen que la pelea de ensueño entre Ryan García y Gervonta Davis se daría sólo por un milagro, por el cual le rezo a diario a los “dioses” del boxeo. Nuevamente, la ecuación: Ryan pelea en DAZN y Gervonta en Showtime. ¿Quién va a ceder?

Se podrán decir infinidad de cosas con respecto a Jake Paul; incluso, que “no sirve” para pelear, pero él ha mostrado el camino correcto en cuanto a cómo se deberían manejar los peleadores hoy en día. “The Problem Child” trabaja con quien le da la gana en cuanto a televisoras se refiere y al final, ya sea por morbo u odio, vemos sus peleas y locuras. “Canelo”, por su parte y de la mano de Eddy Reynoso, su manager y amigo, trazó un camino que define el futuro de los boxeadores. Ellos atinadamente hacen convenios de colaboración por pelea y no se “casan” con nadie; tan es así, que demandaron a Golden Boy y a DAZN, no por dinero, por obtener su libertad, y le atinaron. Hoy, Eddy y “Canelo ” negocian sus peleas y se han dado el lujo de estar con DAZN (a quienes demandaron) y con Showtime. Que no les extrañe que próximamente ellos produzcan sus propios eventos.

Si el boxeo sigue “secuestrado” por las televisoras y servicios de streaming, el deporte que no se juega va a ir perdiendo seguidores irrecuperables. Llegó la época de los agentes libres y, para finalizar, les dejo esta afirmación:

Si Ryan y Gervonta se manejaran solos, esta tan deseada pelea ya se hubiera dado, y si “Canelo” junto a Reynoso no se hubieran independizado, el sueño de haberse convertido en indiscutible en las 168 libras hubiera sido imposible, pero “Canelo” vs Plant se dio, pues hoy Saúl y varios atletas pelean en la vitrina que más les convenga y nos brindan las peleas que queremos.

El boxeo cambia o se muere.

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