A pesar del persistente ruido mediático emitido por los grandes consorcios de comunicación, sus voceros de derecha, es indiscutible que estamos viviendo un tiempo histórico donde el desarrollo social y político de nuestro México es real, como lo escuchamos en el apretado resumen de su 6º informe, que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador dio en el Zócalo de la Ciudad de México.
Ejemplo de ello también es que el 1º de octubre, gracias a la decisión de casi 36 millones de votantes, la primera mujer mexicana llegará a la presidencia del país; además, iniciaremos con el Primer Congreso de Izquierda del país.
Vale recordar que en 2015, la primera que vez que nuestro Movimiento de Regeneración Nacional participó en elecciones, obtuvimos 35 diputados federales; ahora, junto con el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista, contamos con mayoría calificada, a pesar de los esfuerzos de la oposición para negarnos, con tácticas grotescas e ilegales, lo que las y los ciudadanos nos otorgaron con su voto.
Si bien este triunfo es motivo de orgullo y alegría para quienes siempre hemos luchado desde la izquierda, representa un compromiso y una responsabilidad ineludibles, cumplir con este gran mandato que el pueblo nos ha conferido; por tanto, debemos continuar legislando para devolver a la Constitución el espíritu social que, con leyes antipopulares establecidas en 40 años de periodo neoliberal, se quiso eliminar.
Necesitamos teminar por devolver a la nación y al pueblo, los bienes arrebatados y entregados a intereses privados para su exclusivo beneficio. Requerimos así mismo, de poner el alto ejemplo de que la Ley está para servir al pueblo y a la Justicia, no a quienes se aprovechan de ella para propiciar desigualdades y lucrar.
En consecuencia, es imperativo salvaguardar la independencia del Poder Legislativo atajando injerencias abusivas como la del Poder Judicial, interesado en realizar la tarea que no le corresponde a fin de proteger beneficios personales y de intereses económicos, como es evidente lo han venido haciendo.
Los miembros del Poder Judicial, al querer evitar el ejercicio exclusivo de una facultad del Poder Legislativo, como lo es la discusión y en su caso, aprobación de la Reforma Judicial, con artimañas y procedimientos de mala fe realizados a toda prisa para frenarla, erigiéndose así en juez y parte; o la “suspensión” del paro que ellos mismos promovieron, a fin de otorgar amparos con la intención de detenerla, reafirman el uso faccioso que dan al Derecho y a sus atribuciones constitucionales para pretender descarrilar un proceso legítimo y democrático.
Tanto las y los jueces, como la derecha con sus líderes y voceros, se niegan a aceptar que el pueblo votó rotundamente en favor de la Reforma al Poder Judicial. Es hora que muestren la madurez a las que les convoca la Historia. El respeto entre Poderes es esencial para el país.
El Primer Congreso de Izquierda será muy bien presidido por dos eminentes compañeros de larga trayectoria, cuyas honestidad y congruencia son ejemplo de representación popular. Finalmente, como lo dijo AMLO ayer: “Es Indispensable seguir luchando por construir una patria nueva”.
Senadora